Devocional Cielos Abiertos

LIDIANDO CON EL FRACASO

Memoriza: «que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados» 2 Corintios 4:8

Lee: Jueces 20:18 – 35

18 Luego se levantaron los hijos de Israel, y subieron a la casa de Dios y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá será el primero.

19 Se levantaron, pues, los hijos de Israel por la mañana, contra Gabaa. 20 Y salieron los hijos de Israel a combatir contra Benjamín, y los varones de Israel ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa. 21 Saliendo entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron por tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de Israel. 22 Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día. 23 Porque los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la noche, y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Volveremos a pelear con los hijos de Benjamín nuestros hermanos? Y Jehová les respondió: Subid contra ellos.

24 Por lo cual se acercaron los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el segundo día. 25 Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada. 26 Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. 27 Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días, 28 y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, ministraba delante de ella en aquellos días), y dijeron: ¿Volveremos aún a salir contra los hijos de Benjamín nuestros hermanos, para pelear, o desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo os los entregaré.

29 Y puso Israel emboscadas alrededor de Gabaa. 30 Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Gabaa, como las otras veces. 31 Y salieron los hijos de Benjamín al encuentro del pueblo, alejándose de la ciudad; y comenzaron a herir a algunos del pueblo, matándolos como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa en el campo; y mataron unos treinta hombres de Israel. 32 Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos. 33 Entonces se levantaron todos los de Israel de su lugar, y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, de la pradera de Gabaa. 34 Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla arreciaba; mas ellos no sabían que ya el desastre se acercaba a ellos. 35 Y derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.

BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 50

MENSAJE

La forma en la que la gente lidia con los fracasos determina si al final vivirán en victoria o no. El fracaso no es algo malo como la gente quiere hacer ver; no es el final, sino el una señal para volver a intentarlo usando un método diferente. Casi todos los descubrimientos científicos resultan del fracaso. Si la mayoría de los científicos se pusieran tristes y lo dejaran después de la primera vez que fracasaron, nunca hubieran tenido descubrimientos científicos. Cada persona exitosa que ves es producto de muchos fracasos. Si lo intentas hoy y fallas, levántate y vuelve a intentarlo de una forma diferente. Siempre y cuando estés seguro de que lo que estás haciendo está en línea con la voluntad de Dios, no te rindas; sigue intentándolo hasta que tengas éxito.

En la lectura Bíblica de hoy, lo Israelitas le preguntaron a Dios si debían de ir a la batalla en contra de los Benjamitas, y si ellos ganarían. Dios les dijo que lucharan y que ellos obtendrían la victoria. Sin embargo, cuando llegaron al campo de batalla, les vencieron. Lo que ellos se estarían preguntando es, «¿Nos ha engañado Dios?» Ellos se negaron a rendirse, se recompusieron y fueron a preguntarle a Dios de nuevo si debían de volver a la batalla contra los Benjamitas. Dios les dijo que fueran, y una vez más, los Benjamitas les vencieron. En ese punto, abandonar hubiera parecido razonable; ellos ya habían perdido 40.000 hombres, y parecía como si Dios, el único en quien podían confiar, les estaba engañando. Si se hubieran rendido, hubieran sido elogiados por intentarlo, pero no se rindieron. Ellos volvieron a Dios, y esta vez, ellos ayunaron y dieron ofrendas a Dios. Ellos le preguntaron de nuevo si debían de volver a luchar contra los Benjamitas, y Dios les dijo que debían ir. Ellos fueron, y como lees en la historia, usaron una estrategia diferente y fueron capaces de vencer a los Benjamitas. No te rindas; tu cambio probablemente está a la vuelta de la esquina. Inténtalo una vez más.

Cuando te enfrentes al fracaso la próxima vez, pregúntate a ti mismo, «¿Por qué Dios permite que pase por esto?» Si has sido consistente con tu vida de oración y caminas con Dios, pregunta, «¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Qué trata de enseñarme Dios con este fracaso? ¿Existen otras estrategias para conseguir mi objetivo?» Si contestas a estas preguntas con sinceridad, habrás aprendido lecciones valiosas que te ayudarán a conseguir el éxito la próxima vez que lo intentes.

PUNTO CLAVE: El fracaso es una señal de que debes de volver a intentarlo usando un método diferente, a menos que Dios diga lo contrario.

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Amén