Versículo a Memorizar: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” 2 Pedro 3:10
Pasaje Bíblico: Apocalipsis 21:1 – 5
Cielo nuevo y tierra nueva
21 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
INTRODUCCIÓN
En los días de Noé, el mundo fue destruido con agua, pero Dios prometió que Él no destruiría el mundo de nuevo con un diluvio (Génesis 9:11). El final del mundo, descrito en 2 Pedro 3:10 como el día del Señor, ocurrirá después del juicio final de Dios (Apocalipsis 20:7 – 10). Este pasaje de las Escrituras revela que el universo será destruido con fuego. Por lo tanto, los creyentes deben de tener en cuenta que este mundo presente no durará para siempre (Mateo 5:18).
LA DESAPARACIÓN DE LOS CIELOS Y LA TIERRA
El profeta Isaías predijo la desaparición del Cielo y la tierra (Isaías 34:5; 51:6). Esto se refiere al Cielo y la tierra físicos – el mundo material y todo lo que contiene – pero no se refiere a los habitantes del cielo y de la tierra. Desaparecer es desvanecerse o dejar de existir.
Los “cielos” en 2 Pedro 3:19 se refiere al universo físico – las estrellas, los planetas y las galaxias – los cuales serán consimidos por algún tipo de explosión tremenda, posiblemente nuclear, o una reacción atómica que consumirá y arrasará toda la materia como la conocemos. Todos los elementos que componen el universo se fundirán en un “calor ferviente” (2 Pedro 3:12). Esto también será un evento ruidoso, descrito en diferentes versiones de la Biblia como un “rugir” (Nueva Versión Internacional), un “gran ruido” (KJV), un “ruido fuerte” (CEV=, y un “estruendo atronador” (Biblia Amplificada).
No habrá ninguna duda de lo que estará sucediendo. Todo el mundo lo verá y lo escuchará porque también se nos dice que “la tierra y todo lo que hay en ella quedarán desnudos”
ACTIVIDAD DE CLASE 1: ¿Cómo deben los creyentes prepararse para el día en el que el mundo y los elementos se funde en fuego?
UN NUEVO CIELO Y UNA NUEVA TIERRA EMERGEN
En Apocalipsis 21:1, Juan escribe sobre el nuevo cielo y la nueva tierra en el estado eterno, habiendo visto que el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13). Dios creará un “nuevo cielo y una nueva tierra”, que incluirá la “Nueva Jerusalén” (Apocalipsis 21:2), la capital del Cielo, un lugar de perfecta santidad, el cual descenderá del cielo a la nueva tierra. Esta es la ciudad donde los santos – aquellos nombres que estaban escrito en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 13:8) – vivirán para siempre. Pedro se refiera a esta nueva creación como un “hogar de justicia” (2 Pedro 3:13).
Saber que el Cielo y la tierra dejarán de existir, nos da una perspectiva en la vida. Este mundo no es nuestro hogar “Estamos mirando hacia un nuevo cielo y una nueva tierra, donde habitará la justicia” (2 Pedro 3:13). Jesús nos dice que tengamos las prioridades adecuadas (Mateo 6:19 – 20). También Pedro, después de recordarnos la naturaleza temporal de este mundo, dice, “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.” (2 Pedro 3:14).
ACTIVIDAD DE CLASE 2: La clase debe de identificar las manchas comunes que pueden ensuciar la vida de santidad de un creyente.
CONCLUSIÓN
Los creyentes deben de permanecer en fe hasta el final, porque hay esperanza de vida eterna con Dios más alla de este mundo presente.
PREGUNTAS
- Describe como los cielos y la tierra presentes dejarán de existir.
- ¿Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra? Explícalo.
TAREA: Enumera cinco cosas que deberías estar haciendo ahora para prepararte para el nuevo cielo y la nueva tierra.
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Amén