Memoriza: «Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.» Santiago 2:18
Lee: Santiago 2:14 – 18
La fe sin obras es muerta
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 22 – 24
MENSAJE
Ayer, empecé enseñando sobre la importancia de vivir según los principios de Dios. Hoy, concluiré esta enseñanza.
Le doy gracias a Dios por Su gracia, pero también le doy gracias por hacerme estudiar matemáticas antes de convertirme. Si hay algo que las matemáticas te enseñan, es que ciertas fórmulas solo funcionarán si se cumplen ciertas condiciones. Por ejemplo, en un triángulo rectángulo, la suma de los cuadrados de dos lados será igual al cuadrado de la hipotenusa. Esto siempre será cierto, ya sea en la Tierra o en la luna. Es una tontería que alguien intente obtener ciertos resultados sin primeramente cumplir con las condiciones necesarias. Incluso Jesucristo tuvo que ser bautizado por Juan el Bautista para cumplir una de las condiciones para el éxito de Su tarea en la Tierra (Mateo 3:15).
¿Sabías que hay muchas personas cuyo avance ya ha sido cumplido por Dios, pero ellos aún no lo han experimentado? La puerta que ellos han estado pidiendo a Dios que abra ya estaba abierta hace mucho tiempo; Dios solo está esperando a que ellos hagan lo que necesitan hacer para entrar por ella. Desafortunadamente, muchas personas están perdiendo las respuestas a sus oraciones solo porque se niegan a obedecer simples principios. Siempre le he dicho a mis hijos, aunque el Dios Todopoderoso ha dicho que Sara daría a luz un hijo para Abraham y avivó sus cuerpos marchitos, según Romanos 4:19, si Abraham no hubiera intimado con ella, Isaac no hubiera nacido. Muchos milagros ya han sido entregados por Dios para muchos de Sus hijos, pero en vez de hacer lo que se necesita para conseguir el milagro, ellos están siendo demasiado espirituales. Por demasiado espirituales quiero decir, que son espirituales en la dirección equivocada. ¿Puedes imaginarte una pareja que está esperanzada por tener un hijo, sin tener relaciones sexuales, pero hacen oración y vigilia todas las noches? ¿O un estudiante que no ha estudiado para nada, orando toda la noche para pasar el examen que tiene a las 7 de la mañana?
La verdadera espiritualidad no paraliza los sentidos; de hecho, la verdadera espiritual nace de la sabiduría, porque la sabiduría es un don del Espíritu (1 Corintios 12:8)
Ora por ti hoy, que el ser demasiado espiritual no sea tu porción, en el nombre de Jesús. El diablo no te hará ciego a los principios que darán luz a tu progreso. Serás inspirado para hacer todo lo que necesitas para recibir todo lo que el Señor ha provisto para ti en este tiempo, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, muéstrame todo lo que necesito hacer para recibir los milagros que tu has liberado para mi, y dame la gracia para hacerlo, en el nombre de Jesús.
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Amén