Memoriza: «Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.» Génesis 32:24
Lee: Éxodo 14:21 – 29
21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23 Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. 28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.
BIBLIA EN UN AÑO: Jeremías 6 – 8
MENSAJE
En Éxodo 14:5 – 31, los Israelitas estaban en una situación terrible. Detrás de ellos, el ejército Egipcio estaba cargando contra ellos, y en frente de ellos estaba el gran mar que no podían cruzar a nado. No había solución humanamente posible para su problema, aún así, fueron a un humano como ellos, Moisés, para pedir ayuda. Gracias a Dios que Moisés fue lo suficientemente sabio para ir a Dios, porque, en encrucijadas como esa, la única vía de escapa es el camino que Dios provee.
En situaciones como en la que estaban los Israelitas, tu debes de mirar a Dios y decir, «Señor, este Mar Rojo debe de partirse. No te dejaré marchar a menos que Tu crees un camino para mi» Esos momentos o son tiempos de oraciones amables; son tiempos de oraciones violentas, de tal manera que Dios sepa que no descansarás hasta que obtengas tu milagro.
Recuerdo un momento en el que estaba en ese tipo de situación. Me acosté en la carretera en medio de la noche, en la Ciudad de Redención, clamando a Dios desesperadamente por ayuda. Cuando hay un problema serio y no hay salida, me aferro a Dios en oración, y no le dejo marchar hasta que Él parte el mar y crea un camino para mi.
En Mateo 15:22 – 28, la mujer cananea sabía que la única solución para el problema de su hija estaba con Jesús, así que no dejó que nada la detuviera; ella le persiguió hasta que obtuvo lo que quería. La mujer con el problema de sangre había ido a todos los doctores en esa tierra, y se había gastado todo su dinero, aún así su enfermedad persistía. Ella sabía que la única vía de escapa de su problema era contactar con Jesús, así que, aunque el gentío era mucho, y ella estaba débil por todo el sangrado, ella siguió adelante hasta que le tocó y obtuvo su sanidad.
Quizás la razón por la que algunos Cristianos se relajan en el lugar de oración es que no pueden ver lo cerca que el enemigo está de ellos. Quizás no pueden ver que el diablo está haciendo todo lo que puede para ganarles la batalla. Deja de pensar que tu solución está con cualquier hombre cuando solo Dios puede ayudarte. Si clamas a Él para que cree un camino donde parece que no hay ninguno, Él lo hará. ¿Estás preparado para orar ahora?
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, este Mar Rojo (menciona el problema) debe de salir de aquí hoy. Por favor crea un camino para mi Señor.
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Amén