Devocional Cielos Abiertos

LA AUTORIDAD DEL CREYENTE

Memoriza: «He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.» Lucas 10:19

Lee: Efesios 2:6 – 7

y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 60 – 63

MENSAJE

Hebreos 11:3 dice que el mundo fue creado por Dios a través de Sus palabras. Dios es Espíritu (Juan 4:25), y todo lo que ves en este mundo tiene su raíz en el reino espiritual. Las raíces de un árbol son el determinante principal de su estado, así que de la misma forma, las cosas en reino física están determinadas por el reino espiritual. Por ejemplo, en Éxodo 14:16, moisés extendió su vara y partió el Mar Rojo. Normalmente, el mar no puede partirse al extender una vara; tiene que haber una fuerza espiritual obrando en el mar, y esa fuerza fue lo que lo partió. Ahora bien, cuando piensas en que la persona extendiendo la vara era un ser físico, entonces él tiene que tener una conexión con la raíz de todas las cosas en la tierra para controlar el mar, y esa conexión es con Dios. Créeme, si eres un verdadero hijo de Dios, no hay nada en la tierra que no puedas controlar. Tienes completa autoridad sobre todas las cosas porque Salmos 82:6 dice que tu eres un dios.

Hace muchos años, estábamos en un Estudio Bíblico en la casa de un profesor de la universidad de Ibadan, pero entonces empezó a llover. Éramos tantos sentados en la habitación que no cabíamos, así que usé mi autoridad como hijo de Dios para ordenarle a la lluvia que parara. La lluvia paró, y tuvimos nuestro Estudio Bíblico. Poco después de que termináramos, algunos otros llegaron. Estaban sorprendidos de ver que no había lluvia en el jardin del profesor porque la razón por la que habían llegado tarde era porque estaba lloviendo en todo el campus. En el momento en el que te conviertes en un hijo de Dios, tienes autoridad sobre todas las cosas que tienen su origen en el reino espiritual, y esto incluye el clima, los elementos de la naturaleza, e incluso los demonios. Si eres parte de la familia de Dios, eres un rey, y donde esta la palabra de un rey, hay poder (Eclesiastés 8:4).

Tienes que tener en cuenta, sin embargo, que si una persona no es verdaderamente un hijo de Dios e intenta ejercitar la autoridad de Dios, él o ella serán avergonzados como los hijos de Esceva (Hechos 19:13 – 16). Debes de tener en cuenta también que cualquier cosa que decretes con tu autoridad tiene que estar en línea con la palabra de Dios. Una casa dividida en contra de si misma no puede permanecer (Mateo 12:25). Si realmente eres un hijo de Dios, actuarás en línea con la palabra de tu Padre.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Si eres un hijo de Dios, empieza a mandar lo que quieres en tu vida, y echa fuera de tu vida aquello que no quieres, en el nombre de Jesús.

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Amén