Devocional Cielos Abiertos

TUS FLECHAS

Memoriza: «Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.» Salmos 127:4

Lee: Salmos 127:3 – 5

He aquí, herencia de Jehová son los hijos;

Cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente,

Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;

No será avergonzado

Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 20 – 24

MENSAJE

El versículo a memorizar de hoy dice que los hijos son como flechas en manos del valiente. Los hombres jovenes lanzan flechas más allá de ellos para alejar al enemigo o cualquier animal peligroso en su camino. De la misma manera, tus hijos van delante de ti hacia tu futuro para hacerlo más placentero. Si tu enseñas a tus hijos bien, cuando ellos sean mayores, ellos cuidarán de ti cuando seas mayor.

Mi madre y mi padre no tuvieron una educación formal. Mi familia era llamada pobre incluso por los pobres del pueblo. El día en que mi padre compró un paraguas, todos los celebramos en nuestra casa; así de pobres éramos. Sin embargo, incluso con lo pobres que éramos, mis padres se las arreglaron para mandarme a la escuela. Ellos vendieron todo lo que tenían hasta que ya no quedó nada que vender. Esa fue la mejor decisión que ellos tomaron en sus vidas porque, enviarme a la escuela sacó a la familia de la pobreza. Hoy, el nombre «Adeboye» es conocido por todo el mundo porque mis padres usaron el dinero que obtuvieron vendiendo todo lo que tenían para pagar la matrícula de mi colegio.

Gasta tu dieron sabiamente; invierte en tus hijos, porque ellos son felchas que enviarás a tu futuro. Ellos estarán ahí para ti cuando seas mayor, y cuando ya te hayas ido, los resultados de tu inversión en ellos seguirán siendo evidentes. Hay un dicho en la tierra de los yorubas que dice que si decides construir una casa en vez de educar a tu hijo, el hijo que te negaste educar venderá la casa que construiste.

Elige enviar a tus hijos a los mejores colegios que puedas permitirte. Elige pasar tiempo de calidad con ellos para enseñarles principios básicos de la vida y la palabra de Dios. Lo que inviertes en tus hijos nunca caduca. Eclesiastés 7:8 dice que es mejor el fina de algo que el principio. Es mejor llevar ropa vieja ahora y educar a tus hijos que llevar los mejores vestidos ahora y dejar a tus hijos sin educación. No importa lo que lleves puesto hoy; si tus hijos están bien educados, ellos comprarán las mejores ropas y coches e incluso construirán casas para ti cuando te hagas mayor.

Amado, educar a tus hijos bien es importante si quieres disfrutar de una prosperidad duradera y paz interior.

REFLEXIÓN: ¿Estás haciendo lo mejor cuando se trata de educar a tus hijos?

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Amén