Memoriza: «Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.» 1 Corintios 6:20
Lee: 1 Juan 2:15 – 17
15 No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre. 16 Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y éstas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la ambición de tener todo lo que vemos, y el orgullo de poseer muchas riquezas. 17 Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Crónicas 19:1-21:30 Romanos 2:25-3:8
MENSAJE
La lujuria es la sed insaciable por algo que no te pertenece. Hoy, nos centraremos en la lujuria de la carne, la cual implica sentirse atraido por el sexo opuesto de una forma inmoral. Si te enredas en llamadas a media noche que incitan a pensamientos sensuales, entonces debes de tener cuidado. Si visitas páginas de internet que te hacen pensar en tener sexo, entonces debes de tener cuidado. Todo esto son intentos sutiles del diablo para llegar a tu corazón y hacerte pecar en contra de Dios.
Una de las herramientas más importantes que el diablo usa para truncar los destinos de los hijos de Dios es la lujuria, la cual nos lleva al pecado sexual. Tu cuerpo es el templo de Dios; por lo tanto, debes de ser cuidadoso con el contenido que dejas entrar en el, y las acciones en las que te implicas.
No seas como aquellos que pecan con la intención de pedirle a Dios que les perdone después. Solo te llevará a la destrucción como le pasó a Sansón (Jueces 16:30 – 31).
PUNTO CLAVE: Huye de la lujuria.
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Amén