Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

SEÑALES DEL FIN: DESOBEDIENCIA

Memoriza: «Rebelarse contra Dios es tan malo como consultar a brujos y a adivinos. No está bien adorar a dioses falsos, ni tampoco desobedecer a Dios. Como tú no quieres nada con él, Dios tampoco quiere nada contigo.» 1 Samuel 15:23

Lee: 1 Samuel 15:22 – 23

22 Pero Samuel le dijo:

«A Dios le agrada más que lo obedezcan,
y no que le traigan ofrendas.
Es mejor obedecerlo
que ofrecerle los mejores animales.
23 »Rebelarse contra Dios es tan malo
como consultar a brujos y a adivinos.
No está bien adorar a dioses falsos,
ni tampoco desobedecer a Dios.
Como tú no quieres nada con él,
Dios tampoco quiere nada contigo».

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Crónicas 16:37 Romanos 2:1-24

MENSAJE

Como dice la Biblia, se han ido sucediendo varios eventos alrededor del mundo, que nos señalan que la segunda venida del Señor se acerca. En los próximos días, estará hablando de las señales de los últimos tiempos como se declara en 2 Timoteo 3:1 – 5. La lectura Bíblica de hoy es muy popular. Sin embargo, muchos Cristianos no le prestan atención a los detalles. Si Dios comparó el pecado de desobediencia con el de rebelión y brujería, creo que debemos de prestar atención seriamente a ello para no caer en su red.

A muchos jovenes les resulta difícil obedecer las instrucciones de parte de Dios o de sus padres, no importa lo simples que sean. Sus corazones han sido atrapados por el diablo, que les hace pensar que puesto que Dios ha dado a los humanos libre albedrío, ellos no deben de ser limitados por las instrucciones. Amado, las instrucciones que te dan tus padres o las que vienen de Dios (a través de la Biblia) son para tu propio bien. Tanto si obedeces como si desobedeces las instrucciones, cosecharás tu recompensa.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, ayúdame a siempre obedecer Tus instrucciones, en el nombre de Jesús.

COMPARTE EL DEVOCIONAL
Comparte el Devocional de los Cielos Abiertos, en tus redes sociales. Al hacerlo, que el Cielo honre todas tus peticiones, incluidas las que aún están pendientes, con respuestas divinas desde lo alto, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Amén