Memoriza: «En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.» Proverbios 14:23
Lee: Mateo 25: 14 – 30
Parábola de los talentos
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. 20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
BIBLIA EN UN AÑO: Cantares 1 – 4
MENSAJE
La ley del trabajo es similar a la primera ley del movimiento de Newton, que dice, en términos simples, que un objeto seguirá en reposo o en movimiento uniforme a menos que actúe una fuerza externa sobre él. En otras palabras, nada se mueve hasta que alguien lo mueve.
La carrera de una persona no avanzará sin esfuerzos deliberados para avanzar, tampoco un matrimonio será automáticamente feliz sin algo de esfuerzo por las dos partes. La vida espiritual de un creyente no florecerá a menos que ponga en ello el trabajo necesario. Nada es gratis. 2 Tesalonicenses 3:10 dice que aquellos que no trabajan no comen. Algunas personas piensan que como tienen ciertos dones y talentos, las cosas siempre les irán bien – esto es una gran mentira. Uno de mis hijos dice a menudo que el trabajo duro vencerá al talento si el talento no trabaja duro.
En Mateo 25:14 – 30, el Amo dio a Sus sirvientes algunos talentos con una instrucción simple, «Comercia con ello». No puedes dejar tus talentos inactivos si quieres dar fruto. Debes de trabajar en tus talentos si quieres resultados positivos. El sirviente que no trabajó en su talento fue castigado grandemente. Si un creyente no trabaja en lo que quiera que Dios le ha dado, esa persona será castigada en gran manera al final.
Un día, conocí a un pastor que empezó en el ministerio al mismo tiempo que yo, y él dijo, «Dios realmente ha sido bueno contigo», Estoy de acuerdo, Dios ha sido muy bueno conmigo. Solo por Su gracia he llegado tan lejos. Sin embargo, nadie me puede acusar de ser perezoso. Cuando estaba empezando, Dios me dio profecías, dones del Espíritu y talentos, pero todas estas cosas se habrían malgastado si no hubiera trabajado duro. de hecho, cuanto más recursos te da Dios, más duro debes de trabajar porque Lucas 12:48 dice que a aquel que se le da mucho, se espera mucho de él.
Hermanos, si una persona no está preparada para trabajar, entonces no está preparada para tener éxito en nada en la vida. Nadie es exento de los efectos de esta ley. Las excusas son para los perdedores. No importa la excusa que quieras dar por no ser productivo, nunca será suficiente, porque hay persona que han experimentado problemas y desafíos más grandes que los tuyos y los han superado. Aquellos que consiguen cosas importantes ponen las excusas a un lado, se ponen a trabajar, y tratan de dar el mejor rendimiento en cualquier situación en la que se encuentren.
PUNTO CLAVE: No puedes romper la ley de trabajo y esperar tener éxito
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Amén