Devocional Cielos Abiertos

INSTAURACIÓN DIVINA

Memoriza: « En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.» Génesis 22:18

Lee: 1 Reyes 3:4 – 15

E iba el rey a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

BIBLIA EN UN AÑO: Proverbios 24 – 26

MENSAJE

La primera vez que leí 1 Reyes 3:4 – 15 después de haber nacido de nuevo, pensé para mi mismo, «¿Cómo Salomón pensó en ofrecerle a Dios mil holocaustos?» Esto me hizo hacer una búsqueda, y descubrí un secreto. En 2 Samuel 12:24 – 25, la Biblia nos dice que Dios amó a Salomón desde el día en que nació. Su padre le puso el nombre de Salomón, pero Dios le llamó Jedidia, que significa amado del Señor. Como Dios amaba a Salomón, Él quería una oportunidad para bendecirle de una forma que nadie pudiera cuestionar, así que Él lo instauró poniendo en su corazón algo que hacer que nadie más había hecho antes. De esa forma, Él solo podía hacer por Salomón lo que nunca había hecho por alguien antes.

Cuando me uní a la Iglesia Cristiana Redimida de Dios en 1973, cuando había una necesidad en la iglesia, ellos solo le pedían a los hijos de Dios que se quedaran. En aquellos días, los hijos de Dios significaba aquellos que realmente habían nacido de nuevo y lo sabían. Un día, mi esposa y yo nos quedamos, y el Superintendente General dijo, «Tenemos una necesidad urgente que debemos de cubrir esta semana. Todos vosotros id a cerrar vuestras cuentas bancarias y traed todo el dinero que tengáis a la iglesia». El lunes, mi esposa y yo cerramos nuestras cuentas de ahorros y llevamos el dinero a la iglesia. El domingo siguiente, el Superintendente General dijo otra vez, que los hijos de Dios debían de esperar. Nosotros nos esperamos. Él anunció que la necesidad había sido cubierta, y todos nos regocijamos. Entonces él hizo una pregunta, «¿Cuántos de vosotros cerrasteis vuestras cuentas como se os ordenó?» Mi esposa y yo levantamos nuestras manos, cuando miramos a nuestro alrededor, ninguna otra mano estaba alzada. Inmediatamente, pensé para mi mismo, «Espero no haberme vuelto loco con este Cristianismo mio». Entonces, Dios me habló, «Hijo, tu no estás loco. Te estoy permitiendo hacer lo que otros no han hecho para que cuando te lleve donde te voy a llevar, nadie sea capaz de cuestionarme» El resto es historia; era una instauración divina.

Cuando Dios pone en tu corazón darle algo. Él solo está estableciéndote para grandeza. Si tu obedeces, te regocijarás después en el futuro, pero si desobedeces, habrás perdido un milagro. Tanto si das como si no, Dios tiene numerosas formas de cubrir Su necesidad. El que realmente está necesitado eres tu.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor ayúdame a no perder Tu instauración divina para grande en mi vida, en el nombre de Jesús.

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Amén