Devocional Cielos Abiertos

LA CORAZA DE JUSTICIA

Memoriza: “El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la honra.” Proverbios 21:21

Lee: Génesis 39:6 – 12

Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? 10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella, 11 aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.

Lee: Génesis 41:37 – 44

José, gobernador de Egipto

37 El asunto pareció bien a Faraón y a sus siervos, 38 y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el espíritu de Dios? 39 Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. 40 Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!;[a] y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. 44 Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.

BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 28 – 33

MENSAJE

Ayer, empezamos a hablar de la armadura de Dios. Hoy, hablaré sobre la coraza de justicia. la coraza de justicia es la pieza de la armadura que protege tu corazón. Ser justo es hacer lo correcto siempre conforme a los estándares de Dios. Cuando eres justo, tu corazón es protegido en contra de las trampas del enemigo. En el momento en el que dejas de ser justo, expones tu corazón a todo tipo de pecados en el mundo, y así como empezamos a alejarnos de Dios. El diablo busca tu corazón, por eso Proverbios 4:23 dice;

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”

El diablo quiere que apartes tu corazón de Dios, así que te sugiere pecar de vez en cuando. Sin embargo, si tu coraza de justicia está intacta, no caerás. El diablo presentará algo que no parece realmente malo par ti. Lo he dicho siempre, si no es realmente malo, ya es malo; aléjate de ello. Si haces aquello que no parece realmente malo, has abierto tu corazón a acomodar incluso más pecado. Antes de que te des cuenta, empezarás a hacer cosas que dijiste que nunca harías; así como los creyentes se alejan de Dios.

¿El diablo ya está presentándote algo que no parece realmente malo, y ya estás poniéndote excusas a tí mismo para hacerlo? Desiste de la idea de hacerlo de inmediato; su plan es que te quites la coraza de justicia, para que tu corazón esté expuesto para sus ataques. Si un Cristiano se quita la coraza, y el diablo ataca su corazón, es una muerte al instante. Quitar toda forma de carnalidad de tu vida es la única forma de mantener tu coraza de justicia.

Tus pensamientos también deben de estar en las cosas espirituales (Filipenses 4:8). Si tu mente te arrastra a las cosas carnales en vez de a las espirituales, entonces estás un estado pleigros, pero cuando tu mente te atrae a las cosas espirituales, la tentación de ser injusto se convierte en menos efectiva en ti. Esta es la razón por la que Romanos 8:6 dice:

“Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.”

No permitas que las pequeñas cosas de este mundo te conduzcan a la muerte espiritual. Si algo parece malo, aléjate porque solo te llevará a la muerte espiritual.

PUNTO CLAVE: Guarda tu corazón con toda diligencia.