Memoriza: « Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,» Filipenses 1:29
Lee: 1 Pedro 4:12 – 19
Padeciendo como cristianos
12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18 Y:
Si el justo con dificultad se salva,
¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.
BIBLIA EN UN AÑO: Salmos 9 – 17
MENSAJE
«….Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» – Lucas 9:23
Si verdaderamente sigues a Cristo, debes de estar preparado para sufrir por Su causa. Nadie sigue a Cristo sin tomar su cruz. Un evangelista quizás, simplemente te haya dicho que entregues tu vida a Cristo y todo será hermoso. Esto es cierto, todo en tu vida ciertamente será más hermoso porque has entregado tu vida a Cristo. Sin embargo, seguirá habiendo algún sufrimiento. Jesucristo dijo que cuando vengamos a Él, Él tomará nuestras pesadas cargas, pero Él nunca dijo que Él nos dejará sin ninguna carga. Más bien, en Mateo 11:29 – 30 dijo:
«Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.»
Jesús dijo que Él nos dará Su propio yugo para que lo llevemos. Su yugo es más ligera que el que nosotros llevábamos antes de nacer de nuevo, pero sigue siendo un yugo.
La razón por la que muchas personas caen cuando las tentaciones vienen, es porque no estaban preparados para sufrir por causa de Cristo. Debes de estar tan decidido a seguir a Cristo, que acabes diciendo literalmente, «Y si perezco, que perezca» (Esther 4:16).Cuando hagas esto, tu fuerza será grande, y no desmayarás en el día de adversidad (Proverbios 24:10). Aquellos que no desmayan en el día de la adversidad disfrutan de grandes beneficios cuando la adversidad pasa.
En Génesis 39, después de todo por lo que José había pasado en las manos de sus hermanos, la pruea más grande de su vida llegó; la mujer de su señor quería acostarse con él. Él dijo, «¿Cómo puede yo hacer tal cosa y pecar en contra de Dios?» (Génesis 39:9). Él estaba dispuesto a enfrentarse a cualquier consecuencia que viniera por seguir y obedecer a Dios. Él fue a la cárcel, pero tan pronto como Dios vio que él llevaba Su yugo voluntariamente, arregló todo para que conociera al Faraón, y para cuando llegamos a Génesis 41, él se había convertido en Primer Ministro de la nación más grande de la tierra en esa época.
Tu destino depende de la respuesta a esta pregunta: ¿Estás preparado para sufrir por causa de Cristo?
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor dame la gracia para no desmayar en el día de la adversidad. Permíteme llevar tu yugo hasta el final, en el nombre de Jesús.