Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

¿QUÉ HAY EN TU LISTA DE REPRODUCCIÓN?

Memoriza: “Les dijo también: Mirad lo que oís…” Marcos 4:24

Lee: Isaías 33:14 – 16

14 Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16 este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.

BIBLIA EN UN AÑO: 2 Samuel 18:1-19:10 Juan 20:1-31

MENSAJE

Todo creyente es una obra en construcción, y una de las cosas que puede causar progresión o regresión en nuestro caminar con Dios, es lo que escuchamos, incluyendo lo que está en nuestra lista de reproducción. Lo que escuchas afecta mucho en moldear tus pensamientos e influenciar tus acciones.

¿Solo escuchas música gospel los domingos o cuando necesitas cosas de Dios? La verdad es que, te convertirás en aquello en lo que entrenas tus oídos a escuchar. Cuando di por primera vez mi vida a Cristo, seguía escuchando canciones de cantantes seculares. En realidad, no eran malas canciones; quiero decir, no puedes comparar las canciones de antes con el ruido que hace la generación de artistas de hoy en día, en nombre de la música. Un martes, fui al estudio Bíblico y el maestro enseñó sobre escuchar música secular. Cuando volví a casa, rápidamente junté todos mis discos de música y los quemé, después de eso me sentí en paz.

Mi querido hijo, toda pieza musical tiene un espíritu detrás. No puedes desear escuchar a Dios claramente y aún así escuchar canciones que no son basadas en las escrituras ni espirituales. Deshazte de aquellas canciones que no glorifican a Dios como lo hice yo hace muchos años. Recuerda, la obediencia es mejor que el sacrificio.

LLAMADA A LA ACCIÓN: Borra de tu teléfono todas las canciones seculares y reemplázalas por canciones espirituales.