Memoriza: « Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,» Juan 10:27
Lee: 1 Samuel 3:1 – 21
Jehová llama a Samuel
3 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, 3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. 5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. 6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate. 7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. 8 Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. 9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye. 11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. 12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. 13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. 14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. 16 Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. 17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo. 18 Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.
19 Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. 20 Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. 21 Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.
BIBLIA EN UN AÑO:
MENSAJE
Dios se comunica con Sus hijos de diversas formas. Él puede hablarte mientras que estás en la iglesia o cuando estás jugando, o leyendo. ´Él puede hablar a través de sueños, visiones, las Escrituras, o con voz audible. Todo lo que necesitas es prestar atención, para que le puedas escuchar claramente.
Cuando Dios habla, puede ser para advertirte o para darte una instrucción, como hizo con Jonás en Jonas 1:1 – 2. Desafortunadamente, Jonás trató de hacerse el listo con Dios y lo pagó caro. Las instrucciones de Dios no son algo con lo que puedas bromear; por lo tanto, te imploro que obedezcas de inmediato siempre que Él te hable.
Cuando Dios me habla durante los servicios y digo, «Mi Padre dice…», muchas personas se preguntan como puede escucharle tan fácilmente. Una cosa que pueda decirte es que Dios mira tu corazón. Si quieres escuchar a Dios claramente, debes de tener un corazón correcto delante de Él. Con esto, quiero decir que debes de ser santo y la presencia de Dios debe de habitar en ti. Sé como Samuel, cuyo corazón era correcto delante de Dios, y habitaba en Su templo.
PUNTO CLAVE: Un corazón correcto es lo que necesitas para escuchar a Dios.