Memoriza: «No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia» Isaías 41:10
Lee:Mateo 10:26 – 31
Jesús infunde valor a los suyos
26 “Así que, no les teman. Porque no hay nada encubierto que no será revelado ni oculto que no será conocido. 27 Lo que les digo en privado, díganlo en público; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. 29 ¿Acaso no se venden dos pajaritos por una moneda? Con todo ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de su Padre. 30 Pues aun los cabellos de ustedes están todos contados. 31 Así que, no teman; más valen ustedes que muchos pajaritos.
BIBLIA EN UN AÑO: Ezra 5 – 7
MENSAJE
«Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio.» – 2 Timoteo 1:7
El versículo anterior nos dice claramente que el Espíritu Santo que Dios nos da, no es un Espíritu de miedo. Esto también implica que el miedo no es un sentimiento, sino un espíritu, y ese espíritu no viene de Dios. Como Cristianos, siempre que encontramos un espíritu que no viene de Dios, a nuestro alrededor, debemos de hacer desparecer ese espíritu de inmediato. Hoy, el miedo desaparece en tu vida, en el nombre de Jesús.
El antídoto para el miedo es la fe. Efesios 6:16 dice: «Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno.» Cuando esta Escritura fue escrita, los soldados tenían que ir a la guerra con armaduras porque esto era esencial para su supervivencia en contra de los ataques del enemigo. De la misma manera, tenemos que aplacar los dardos feroces del enemigo con la armadura de la fe.
¿Cuales son estos dardos feroces? Son la imaginación a través de la cual el espíritu de miedo entra en tu vida. Esta es la razón por la que 2 Corintios 10:5 dice:
«Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo,»
El conocimiento de Cristo echa fuera los pensamientos e imaginaciones de miedo. Cuanto más sabes de Dios, y más eres consciente de Su poder y amor por ti, menos miedo tendrás. Debes de someter todo pensamiento negativo a la verdad de la palabra de Dios. Cuando los pensamientos vengan, debes de responder con la palabra de Dios que los contrarresta. Al hacer esto una y otra vez, vencerás esos miedos.
… la fe viene del escuchar, y del escuchar la palabra de Dios.
Cuanto más de la palabra de Dios escuches constantemente, más crecerá tu fe. Esto te asegurará que no hay lugar para el miedo en tu corazón. Estudia la palabra de Dios y medita en ella cada día. Memoriza Su palabra, especialmente las partes que hablan específicamente a los miedos que tienes. Al habitar la palabra de Dios en tu corazón abundantemente, toda forma de miedo desaparecerá.
PUNTO CLAVE: Estudiar y meditar en la palabra de Dios hace desparecer el miedo.