Memoriza: « y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.» Romanos 5:5
Lee: Romanos 5:1 – 9
Resultados de la justificación
5 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Crónicas 21 – 24
MENSAJE
Una de las formas en las que el diablo ataca y obstaculiza el plan de Dios para la vida de las personas, es conducir sus corazónes a un estado de desesperanza. Desafortunadamente, algunas personas en la iglesia hoy en día, se han rendido a las artimañas del enemigo y están viviendo una vida que que está llena de desesperanza.
En Eclesiastés 1:1 – 14, vemos al rey más rico y sabio en el mundo, hablar con un tono depresivo y desesperanzado. Esto nos dice que el dinero, el poder y todas las cosas materiales de la vida no pueden darle a nadie gozo y esperanza. Aquellos que permiten que los placeres engañosos del pecado erosionen el amor de Dios de sus corazones, un día se mirarán al espejo y se sentirán vacíos. Esto fue lo que le sucedió en la vida del Rey Salomón, como vemos en 1 Reyes 11:3:
«Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.»
La Biblia nos advierte en Hebreos 3:12 que debemos de prestar atención, «…que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;» Salomón se alejó de Dios, y su vida estaba vacía, aún siendo un rey con muchas riquezas.
No hay gozo o satisfacción en tener riquezas materiales y perder tu conexión con Dios. Marcos 8:36 dice:
«Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?»
El dinero y la fama no pueden darte esperanza. Solo Cristo en ti puede darte esperanza por un mañana mejor. Con Cristo, no solo tienes altas espectativas para tu futuro aquí en la tierra, sino que también tienes asegurado un futuro en la eternidad. Si tienes a Cristo, aférrate fuerte a Él porque es la posesión más valiosa que tendrás nunca. 2 Pedro 1:3 dice;
« Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,»
Si te has alejado de Dios en algún momento, auto-examínate, identifica donde todo se torció y vuelve a Dios en sincero arrepentimiento. Debes también de asegurarte de que buscas ayuda4 de otros creyentes a tu alrededor. Nunca seas demasiado orgulloso para hablar con alguien que puede ayudarte a recuperar tu conexión con Dios. Si tu corazón le ha dado la espalda a Dios, ora para que Él restaure tu conexión con Él y quite todo sentimiento de desesperanza que puedas estar experimentando, en el nombre de Jesús.
REFLEXIÓN: Re-examina tu vida. ¿Priorizas a Dios sobre todas las cosas?