Memoriza: “Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.” 2 Samuel 5:4
Lee: Eclesiastés 11:9
Consejos para la juventud
9 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 9 – 10
MENSAJE
Las personas en su mediodía son las que a menudo llamamos “adultos”. Notarás que Jesucristo empezó Su ministerio a los 30. Juan el Bautista, el mayor profeta del Antiguo Testamento (Lucas 7:28), también empezó alrededor de esa edad. Sansón, para cuando mató a mil personas, tenía unos 30 años de edad. David, cuando se convirtió en rey, también tenía esa edad. Felipe, cuando estaba dándole la vuelta a Samaria para Dios, también estaba en su fase da la mediodía de su vida. Hay un dicho:
“Hay una marea en los asuntos de los hombres, que si se convierte en una inundación, conduce a la fortuna, descuidados, todos los viajes de sus vidas están destinados a las sombras y misterios.”
El mediodía es cuando la inundación viene. Si eres un pastor, en esta época, habrá pocos sermones que prediques que no sean apreciados. Con cada pequeño esfuerzo, la iglesia crece, pero las inundaciones no duran para siempre. Si pierdes esa inundación, llegarás a un estado en el que no importará lo bien que prediques porque la gente dirá, “Hemos escuchado esto antes”.
El tiempo de la mediodía es probablemente a lo que Dios se refería cuando dijo en Isaías 60:1 – 5. “ Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Dios está sonriendo a tus esfuerzos. Están aquellos que hicieron buen uso de su inundación, y como resultado, fueron capaces de seguir cuando venga la mediodía.
Había un joven a quien Dios usó para obrar milagros, señales y maravillas. Él prosperó tanto que reservó una suite presidencial en el Hotel Sheraton permanentemente para él mismo En aquellos días, él siempre estaba viajando con cinco Mercedes Benz. Los números de las matrículas llevaban el nombre del ministro, y cada uno estaba etiquetado como “Ministro 1”, “Ministro 2”, “Ministro 3”, etcétera. Después de un tiempo, sin embargo, la inundación cesó. El dinero dejo de fluir, los coches desaparecieron, y la policía empezó a buscarle por el dinero que debía en el hotel.
No uses mal la inundación cuando venga. Se sabio para usar tus momentos más álgidos muy bien para que el brillo perdure, incluso cuando llegue la tarde. No desperdicies tus recursos. No manejes mal tu salud y las relaciones que Dios envía a tu camino. Estas son algunas de las cosas que harán que el brillo permanezca cuando venga la tarde.
PUNTO CLAVE: Pasa tu tiempo de mediodía sabiamente, no lo mal uses.