Memoriza: «Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.» Josué 6:5
Lee: Josué 6:15 – 21
15 Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. 16 Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. 17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. 18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. 19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. 20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. 21 Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 21 – 22
MENSAJE
Muchos Cristianos no oran en voz alta ya, y esta es una de las razones por las que estamos viendo menos demostraciones de poder entre nosotros. Durante el primer servicio que atendí en la Iglesia Cristiana Redimida de Dios, se nos pidió gritar Aleluya, y la persona detrás de mi gritó tan alto que casi salgo corriendo de la iglesia. Donde hay poder debe de haber ruido.
El Concordia, una avión que puede llevarte de Londres a Nueva York en tres horas, fue descartado en parte porque la gente decía que era muy ruidoso. Con su poderoso motor, estaba condenado a ser. ruidoso.
Hoy en día a muchos Cristianos hay que engatusarlos para que griten Aleluya. Recuerdo que hace muchos años cuando me pidieron predicar durante una fiesta de Navidad en Aso Rock, y todos los ricos y poderoso estaban ahí. Cuando les pedí que gritaran Aleluya, ellos gritaron como damas y caballeros sofisticados, hasta que dije, «La siguiente persona que grite Aleluya es la única que verá el nuevo año» Esa vez, ellos realmente gritaron. Los verdaderos Cristianos no necesitan que se les amenace para que alaben a su Padre.
Hace muchos años, estaba caminando y orando en la Ciudad de Redención en medio de la noche, hambriento y sediento por el poder de Dios. Había estado clamando, «Señor, te dije desde el principio que no quiero ser alguien normal. Te estaba sirviendo todo lo que podía cuando estaba enseñando en la universidad, ganando algún dinero para Tu obra, pero me sacaste de ahí. Ahora, me has hecho Pastor General, y carezco del poder para hacer el trabajo que debe de hacerse. Padre, o me das poder o me llevas contigo» Mientras oraba la tierra debajo de mis pies empezó a temblar de forma violenta. Hubo un terremoto que se sintió en varios kilómetros a la redonda – salió en los periódicos. Un terremoto no es algo silencioso. El ruido es necesario para el poder, deja de intentar no ser ruidoso. No impidas el poder de Dios por causa de aquello que llamamos sofisticación.
Estoy en ese punto de mi vida en el que cuando necesito que otras personas tengan más fuego que yo cuando me vaya. Cuando me vaya sabré que dejo comandantes que llevarán la obra de Dios más lejos que yo.
Deja de ser formal, como dirían los jóvenes, cuando estás en la presencia de Dios. Se libre de hacer tanto ruido que el diablo se quede callado y el poder de Dios fluya.
PUNTO DE ORACIÓN: Grita un alto y fuerte Aleluya!
Shout a very loud hallelujah!