Memoriza: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;” Lucas 4:18
Lee: 2 Reyes 2:15 – 22
15 Viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él. 16 Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis. 17 Mas ellos le importunaron, hasta que avergonzándose dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta hombres, los cuales lo buscaron tres días, mas no lo hallaron. 18 Y cuando volvieron a Eliseo, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fueseis?
19 Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril. 20 Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal. Y se la trajeron. 21 Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad. 22 Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 3 – 5
MENSAJE
La unción te convierte en una bendición para todo tipo de gente. En 2 Reyes 4:1 – 7, Eliseo fue de bendición para la pobre viuda. Tu puedes poner fin a la pobreza de alguien porque estás ungido. También, puedes convertirte en una bendición, incluso para el rico y el poderoso. Puedes sentarte en tu habitación y decirle a un rico, “Ve y lávate”, como Eliseo le dijo a Naamán, y si la persona obedece, será sanada. Es importante tener en cuenta sin embargo, que si una persona ungida bendice a otras solo por beneficio económico, el problema del rico se convertirá en el problema de esa persona, como la lepra de Naamán que pasó a Geazi (2 Reyes 5:20 – 27).
La unción te da poder para poner sonrisas en las caras de gente, que de otra manera, habrían estado tristes. Cuando cumplí los 80, insistí en que no quería celebrar una fiesta. sin embargo algunos Pastores Generales se juntaron en mi oficina después del servicio del Espíritu Santo ese día. Cuando se les pidió que compartieran sus testimonios, uno de ellos, un doctor que ahora es Pastor General, dijo que dos de sus hijos se enfermaron terriblemente. Una ya estaba sin aliento cuando de repente, pensó “He orado, y no ha pasado nada, por lo menos conozco a una persona que tiene más unción que yo”, así que me llamó de inmediato. Cuando él me dijo lo que estaba sucediendo, Dios me dijo que le dijera que hiciera algunas cosas. Cuando él empezó a hacer lo que le pedí, los doctores que estaban con él se preguntaban que era lo que estaba haciendo. Él les dijo que esto no era medicina, sino una instrucción que venía del Campo de Redención. Las hijas sobrevivieron milagrosamente, y hoy, una de ellas es médico, y creo que la otra es ingeniera. Si quieres ser capaz de quitar la tristeza de las familias, busca la unción de Dios.
La unción también te da seguridad divina. Nuestro Dios es como una moneda de dos caras, Él es amor (1 Juan 4:8), y Él también es fuego consumidor (Hebreos 12:29). Cuando él dice no toques a mi ungido, Él está diciendo, “No toques el fuego”. En África tenemos un dicho que dice que incluso cuando el perro está loco, sigue reconociendo el fuego. No importa lo loco que pueda estar un hombre, nunca caminará hacia el fuego.
Cuando estás ungido, te haces demasiado peligroso como para que te toque el diablo.
PUNTO CLAVE: Busca la unción de Dios.