Memoriza: «¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.» Romanos 14:4
Lee: Números 12:1 – 16
María y Aarón murmuran contra Moisés
12 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. 10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. 11 Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. 12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne. 13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. 14 Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación. 15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos. 16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.
BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 1 – 2
MNESAJE
Ayer, dejé claro que el ungido no ha de ser deshonrado por ninguna razón. Ahora, la pregunta que algunos tienen en mente es, «¿Qué hacemos con los ministros de Dios que creemos que están errando?» Esta es una situación muy delicada que requiere la sabiduría y dirección de Dios. Por ejemplo, en nuestra lectura Bíblica de hoy, Miriam y Arón hablaron en contra de Moisés por algo que ellos creían que Moisés había hecho mal. Al final, Miriam se convirtió en leprosa y Moisés tuvo que orar para que Dios la sanara.
No es asunto tuyo el juzgar a los siervos de Dios; deja su juicio al Maestro. En Romanos 12:19, la Biblia dice claramente que la venganza es Suya, simplemente informa del asunto a Dios, Él tratará con Su ungido a Su voluntad.
Los ministros ungidos de Dios no pueden esconderse bajo la excusa de ser ungidos de Dios, y tratar a sus ovejas de la forma que quieran. Hebreos 10:31 dice que algo que temer, el caer en las manos del Dios viviente, créeme, una persona no debería de experimentar el que Dios trate con él o ella directamente. La razón por la que disciplinamos a los obreros que hacen algo mal es para protegerles de que Dios mismo lo haga. Cuando un pastor se comporta de manera inapropiada, y el Pastor General lo suspende, lo hace para que el mismo Fuego Consumidor no sea el que lo haga. Así que, si un pastor ignora cuando una persona se esta comportando mal por causa de sus contribuciones a las arcas de la iglesia, ese pastor está haciendo más mal que bien porque Dios mismo intervendrá, y nadie quiere caer en las manos del Dios viviente.
En 2 Samuel 11, David usó su posición para robar la esposa de otro hombre y también le mató. Nadie podía castigarle porque no había nadie por encima del rey. Dios tuvo que intervenir para castigarle. Desde ese momento, no hubo paz en la casa de David. Poco después, uno de sus hijos, Amón, violó a su medio hermana, y otro de sus hijos, Absalón, lo mató. Después de Absalón se levantó en contra de su padre. Hasta la fecha, la espado no se ha separado de Israel por causa del juicio de Dios sobre David (2 Samuel 12:9 – 10).
Cuando una persona es ungida por Dios y usa la unción para engañar a otros, cuando Dios castiga a esa persona, el castigo puede perdurar en su linaje de generación en generación.
PUNTO CLAVE: Deja que el juicio de los ministros ungidos que te engañaron a Dios.