En Juan 14:26, Jesucristo dice que el Espíritu Santo nos enseñaría ¡todas las cosas que necesitamos saber en esta vida! En Isaías 2:3 y en el Salmo 32:8, Dios mismo nos dice que Él nos enseñará sus caminos. 1 Juan 2:27 dice que la unción – es decir, el Espíritu Santo – nos lo enseñará todo, para que no tengamos ya que ir de un sitio a otro buscando a alguien que nos dirija. El propósito principal para enviar al Espíritu santo es para que fuera nuestro Maestro. (ver Juan 14:26)
Y cuando el Espíritu Santo nos enseña, a eso le llamamos la Escuela del Espíritu Santo.
Así pues, ¿quieres que el Espíritu Santo sea tu profesor particular? ¿Quieres que Él te empiece a enseñar los caminos de Dios? ¿Quieres que te enseñe todo lo que necesitas saber en esta vida? ¿Quieres que empiece a guiarte y dirigir tus pasos por donde debes ir?
Lo único que tienes que hacer es pedírselo, ¡y Él lo hará! Está esperando a que se lo pidas. Cuando empiece a guiarte y enseñarte, y tú empieces a obedecer sus enseñanzas por voluntad propia, ¡entonces ya estarás recibiendo la enseñanza del Espíritu Santo! ¡Así de sencillo!
Ocurre a través de la revelación del Señor
Lo que hace que la Escuela del Espíritu Santo sea única es que es por revelación. No se trata de una persona enseñando a otra sobre Dios. No, en la Escuela del Espíritu Santo las personas no enseñan, sino Dios mismo baja para manifestarse en nosotros, como hizo con Samuel (en 1 Samuel 3:10-21), y a Pablo (en Gálatas 1:11-17 y 2 Corintios 12:1-7). La Escuela del Espíritu Santo es, por lo tanto, una enseñanza por revelación. Dios quiere revelarse a nosotros, para que tengamos un conocimiento revelado de Él. Este es el conocimiento verdadero que necesitamos para crecer y madurar en las cosas de Dios. Ningún hombre nos puede mostrar a Dios. El hombre solo nos puede hablar acerca de Dios. Ahora, Dios quiere mostrarse a ti, para que puedas conocerle de una forma más profunda e íntima. ¿Estás preparado? Esto es lo que necesitamos para durar hasta el final. Necesitamos la revelación de Dios – ¡por parte Dios! 1 Samuel 3:21 dice «el Señor siguió manifestándose en Silo…»
«Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.» Gálatas 1:11,12
Esto es lo que quiere Dios para nosotros en la Escuela del Espíritu Santo.