Memoriza: «Orad sin cesar.» 1 Tesalonicenses 5:17
Lee: Lucas 18: 1- 8
Parábola de la viuda y el juez injusto
18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
BIBLIA EN UN AÑO: Deuteronomio 23 – 25
MENSAJE
Muchos ministros de Dios hablan son oraciones y lideran la oración a menudo, pero apenas oran. Cuando es el momento de las oraciones, anuncian el punto de oración, piden a la gente que ore, y todo lo que hacen durante la oración es animar a la gente a seguir orando; ellos no oran en las reuniones de oración o en privado. Esta es una de las razones por la que muchos no cumplen el llamado de Dios en sus vidas.
El apóstol Pablo fue un hombre de oración. En 1 Tesalonicenses 5:17, él dijo, «Orad sin cesar». cuando quiero dejar mi casa para irme de viaje, oro. cuando entro en mi coche, oro otra vez. cuando llego al avión, oro de nuevo. La Biblia dice ora sin cesar – sigue orando. Un escritor de canciones dijo:
Cristiano, busca y no reposes aún,
Escucha al Salvador lleno de gracia,
Cuando estés en medio de tu enemigo: vigila y ora…
Sobre el año 1985, había probado todo lo que sabía pero la iglesia no crecía como esperaba. Entonces escuché sobre un pastor en Corea del Sur cuya iglesia estaba creciendo rápidamente, y que normalmente tenía una conferencia para ministros anual. No tenía el dinero, pero oré y Dios envió ayuda. Fui y vi lo que nunca había visto antes. Escuché al pastor diciendo en el púlpito que aquellos que habían venido ese domingo no debían de ir el domingo siguiente porque no había suficiente espacio, aún teniendo siete servicios cada domingo en un auditorio para 50.000 personas. Durante la conferencia, nos llevaron a esta montaña de oración donde nos asignaban grutas donde podíamos orar en privado. Perdí la noción del tiempo orando en mi gruta y cuando acabé, aquellos que habían venido en el mismo autobús que yo habían estado esperándome por lo menos una hora. Cuando llegué al autobús, estaban enfadados, y me preguntaron, «¿Por qué nos has retrasado?» Yo dije, «Lo siento, pensé que habíamos venido a orar». Ellos dijeron, «¿Vas a orar todo en un día?» Nadie me habló durante todo el camino de vuelta y estuvo bien porque en mi corazón, seguía en oración. Hace algunos años, volví a Corea del Sur. La primera vez que fui no pude acercarme a este hombre de Dios, pero esta vez, pude conocerle – Dr. Yonggi Cho de memoria bendecida. él dijo, «He oído hablar de ti, ¿podrías orar por mi?»
Amado, te animo a que ores siempre (Efesios 6:18)
PUNTO CLAVE: No se donde Dios te está llevando, pero si realmente quieres llegar, debes de tener una vida llena de oración.