Memoriza: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.” Marcos 12:31
Lee: Mateo 25:35 – 40
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
BIBLIA EN UN AÑO:
MENSAJE
Amar a tu prójimo no es simplemente algo para sentirse bien o una buena idea, es más bien algo que Dios ordena, una llamada a la acción, una tarea que debes cumplir. Debes de amar a tu vecino sin egoísmo, incondicionalmente y con sacrificio. Este es el tipo de amor que va más allá de meras palabras; requiere de nosotros que pongamos nuestro amor en acción sirviendo, ayudando y estando ahí para aquellos que están necesitados. Así como la lectura Bíblica de hoy nos dice, cuando amas a tu prójimo, estás amando a Jesús mismo, y esto realmente agrada a Dios.
Es importante amar a tu prójimo porque cuando le amas, estas sembrando el amor de Cristo al mundo. Te conviertes en embajador del amor de Dios, propagando el mensaje de esperanza y paz a aquellos a tu alrededor. Al sembrar amor con tus vecinos, con tu prójimo, tu también eres bendecido.
Te en cuenta que tu prójimo no está restringido a aquellos que viven cerca de ti. Cualquiera que necesite tu ayuda es tu vecino, por lo tanto, no debes de ignorar las necesidades de la gente que no vive cerca de ti.
PUNTO CLAVE: Ama a tu prójimo como a ti mismo.