Memoriza: «No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;» Proverbios 3:7
Lee: Salmos 51:10 – 12
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
BIBLIA EN UN AÑO: Éxodo 34:10-36:38; Mateo 27:32-66
MENSAJE
Cuando comparas al Rey Saúl, quien desobedeció a Dios, con David, quien cometió asesinato y adulterio, es fácil decir que David debía de haber ido directamente al infierno. Sin embargo, Dios tuvo misericordia sobre él porque él se arrepintió de todo corazón de sus pecados. A pesar de ser llamado un hombre conforme al corazón de Dios; la misericordia de Dios no borró las consecuencias de los pecados de David.
En el libro de los Salmos, vemos que el arrepentimiento de David y la comunión constante con Dios le hicieron apto para ser un hombre cuyo linaje recibió el privilegio de dar a luz al Salvador del mundo – Jesucristo.
No creas en falsas enseñanzas que te animan a pecar y después pedir a Dios por Su misericordia; quizás no escapes de las consecuencas de tu pecado. La misericordia no obra para aquellos que se toman a Dios a la ligera, yendo en contra de Sus instrucciones. Esta fue la verdadera razón por la que el Rey Saúl fue descalificado de inmediato en 1 Samuel 15. He descubierto que cuanto más cerca estás de Dios, más humilde te vuelves, y disfrutarás de Su misericordia.
PUNTO CLAVE: Es mejor humillarse delante de Dios, para que las consecuencias del pecado no te humillen a ti.