Versículo a Memorizar: «porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?» 1 Corintios 3:3
Pasaje Bíblico: Hebreos 5:12 – 14
12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
INTRODUCCIÓN
La madurez espiritual es dejar de desear conscientemente la «leche y los pasos de bebé» continuamente, y crecer para ser como Cristo. Esto implica alimentarse con «carnes duras» y vivir solamente para cristo. Se espera de todo creyente que crezca hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13).
SEÑALES DE INMADUREZ ESPIRITUAL
Las sientes son algunas de las señales de que un creyente en Cristo no está creciendo en la fe como Dios espera:
- Egoísmo – como bebés, ese tipo de creyente se preocupa solamente de sí mismo (2 Timoteo 3.2; Filipenses 3:21).
- Lleno de dones pero carece del correspondiente fruto del Espíritu. (1 Corintios 12:7).
- Rápido al hablar, lento en escuchar (Proverbios 12:18; Sanitago 1:19).
- Dado a quejarse y murmurar todo el tiempo (1 Corintios 10:10)
- Rápido en juzgar a otros y justificase a sí mismo (Juan 8:7; Mateo 7:1).
- Incapaz de mantener las sanas doctrinas (2 Timoteo 4:3): ama estar mimado y escucha solo lo que le es agradable oir.
- Controlado por la vista/ emociones/ sentimientos (2 Corintios 4:18).
- Involucrado en envidia, lucha, discusiones acaloradas y desacuerdos (Sanitago 3:14 – 16).
- Se enfada sobre cosas sin importancia (Proverbios 19:11).
- Sigue las corrientes del mundo (1 Juan 2:15 – 17).
ACTIVIDAD DE CLASE 1: Los estudiantes deben discutir cómo pueden elllos saber si un creyente es maduro espiritualmente.
EL VIAJE HACIA LA MADUREZ ESPIRITUAL
El viaje hacia la madurez espiritual empieza con un caminar deliberado con el Espíritu Santo (Romanos 8:4, 14). Es alimentarse intensamente de la palabra de Dios (Hechos 17:11; 2 Timoteo 2:15), y hacer lo que la palabra dice (Santiago 1:25). También, tiene que haber manifestaciones visibles del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22 – 24).
La madurez espiritual también conlleva perdonar y crecer para olvidar (Colosenses 3:13); atendiendo a la corrección y escuchando las instrucciones (Proverbios 1:8, 4:13); manejando nuestras emociones y viviendo más allá de nuestros sentimientos (Proverbios 16:32); teniendo integridad y no siguiendo las corrientes del mundo (Job 27:5; Proverbios 20:7); alejándose de la lucha (Proverbios 20:3); siendo humilde (Proverbios 22:4; Santiago 4:6); vistiéndose de la justicia de Cristo para producir frutos verdaderos siempre (Efesios 4:24).
ACTIVIDAD DE CLASE 2: Los estudiantes deben de compartir cuando empezaron a caminar con Dios a un nivel de madurez más alto.
CONCLUSIÓN
Aunque la madurez espiritual es un viaje, nunca debemos de permanecer en el mismo nivel; debemos de hacer que nuestro progreso se nota en nuestro caminar con Dios.
PREGUNTAS:
- Menciona tres señales de inmadurez espiritual.
- ¿Cómo pueden los creyentes convertirse en maduros espiritualmente?
TAREA: Escribe cinco nombres de Cristianos a tu alrededor que exhiben madurez espiritual.