Memoriza: “Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová.” Jeremías 23:2
Lee: Jeremías 23:1 – 8
Regreso del remanente
23 ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! dice Jehová. 2 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehová. 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. 4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.
5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. 6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.
7 Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, 8 sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.
BIBLIA EN UN AÑO: Números 7
MENSAJE
En nuestra lectura Bíblica de hoy, ves cual es el pensamiento de Dios en cuanto al seguimiento, ves que Él no se toma el seguimiento a la ligera. Él dijo pastores, y esto incluye cualquiera que Dios ha puesto a cargo de otros, debe de alimentar a las ovejas. Cuando fallan en hacer esto, ello indudablemente están esparciendo las ovejas, y hay aflicciones guardadas para esas personas. Él dice en los versículos 7 y 8 que Él no solo quiere ser conocido com el Dios que sacó a Sus hijos de Egipto (la atadura del enemigo), sino como el Señor que sacó a Sus hijos de la esclavitud y los trajo a su propia tierra (Sión o Cielo).
Dios nunca está satisfecho con simplemente predicar a los pecadores. Mas allá de animarles a confesar sus pecados y entregar sus vidas a Cristo, Él está más interesado en que tú les hagas seguimiento hasta que ellos le vean a Él en gloria. Aprende de los apóstoles de la antigüedad; después de que Pablo hubiera ganado almas en un lugar, él solía estar con ellos por un tiempo para asegurarse de que éstas personas se arraigaran en la fe (Hechos 18:11; Hechos 19:10; Hechos 28:29 -32). Incluso después de haberse marchado, él seguía enviando cartas para fortalecerles aún más. Esos son los orígenes de las cartas que leemos en las Escrituras hoy en día, las cuales nos han fortalecido hasta el día de hoy. Él también, a menudo, hacia tiempo para visitarles para fomentando que ellos se establecieran más en la fe (Romanos 1:11). En Hechos 15:36, la Biblia dice:
“Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.”
Relacionándolo con los tiempos modernos, después de que hayas ganado un alma, toma sus datos de contacto, para que puedas seguir llamándoles y enviándoles mensajes de texto para fortalecerles. También debes de visitarles para ver como están. Visita la iglesia local o la célula a la que asisten, para ver si se han unido a grupo de obreros allí, y si están sirviendo a Dios con fervor. Dales la oportunidad de hacer preguntas sobre su caminar con Dios. Los nuevos convertidos siempre tienen un montón de preguntas; tienes que estar ahí para contestar a sus preguntas y explicarles las Escrituras. No permitas que se conviertan en presas del diablo; hazles un buen seguimiento hasta que estén completamente establecidos en Cristo.
PUNTO CLAVE: Dios quiere que tu hagas seguimiento de las almas y te asegures de que permanecen en el reino.