Devocional Cielos Abiertos para Adolescentes

LA ORACIÓN FUNCIONA II

Memoriza: «También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,» Lucas 18:1

Lee: Lucas 18:1 – 8

Parábola de la viuda y el juez injusto

18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 46:1-47:31; Mateo 15:1-28

MENSAJE

Ayer, establecimos que nada es imposible para alguien que ora. Hoy, añadiré que todo es alcanzable para una peresna que ora con persistencia.

Muchas personas oran cada día, pero no persisten en puntos de oración específicos, aunque no han obtenido respuesta sobre ellos. Me quedé asombrado el día que mi esposa me dijo que cuando recién empezamos a dedicarnos al ministerio a tiempo completo, ella oraba por mi por lo menos seis horas al día, pidiendo a Dios que tuviera misericordia de mi para que no le decepcionara. Esta es la razón por la que no bromeo con ella en absoluto. La respeto y la valoro porque Dkios ha estado contestando sus oraciones. Ella no se queda quieta para hacer esto, ora en la cocina, en el baño, en la habitación, en el jardín, en el coche mientras conduce, etcétera. El único momento en el que ella no está orando es cuando está discutiendo conmigo or pasando un buen rato con los niños. Sin embargo, estoy seguro de que incluso en esos momentos, su espíritu sigue orando.

Continúa orando sobre aquel asunto o aquella persona hasta que veas un cambio. La respuesta a tus oraciones solo vendrá si no te rindes.

PUNTO CLAVE: Si Dios pudo cambiar a un chico como Adeboye, Él puede cambiar a cualquiera. Sigue orando.