Memoriza: “Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.” Juan 5:14
Lee: Juan 5:1 – 14
El paralítico de Betesda
5 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.
2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo[a] aquel día.
10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo;[b] no te es lícito llevar tu lecho. 11 Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. 12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 44 – 46
MENSAJE
Continuando con el tema sobre la declaración de Dios de que todo le irá bien al justo (Isaías 3:10). Es importante tener en cuenta que el estado de salud de la persona es otro indicativo del bienestar de la persona. Una persona que siempre está entrando y saliendo del hospital por problemas de salud no puede decir que todo le va bien realmente. Declaro en el poderoso nombre de Jesús que desde hoy en adelante, empezarás a vivir una vida llena de salud.
La historia en nuestra lectura Bíblica de hoy revela el poder de sanidad de nuestro Señor Jesucristo, y también muestra que el pecado puede ser la fuente de la enfermedad. Esta es la razón por la cual el Espíritu Santo a través del escritor de Hechos 10:38 dijo:
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”
Para que vives una vida libre de enfermedad en este nuevo año, debes de dejar todo pecado que pueda existir en tu vida. Confiésales a Dios, pide Su perdón, y arrepiéntete de corazón de todos ellos. Si no te arrepientes de corazón de cualquier pecado que exista en tu vida, estás exponiéndote a ser atormentado por el diablo, como Jesús le dijo al enfermo en nuestro versículo a memorizar de hoy.
Jesús dio una parábola sobre poner un nuevo vino en botellas viejas de vino en Lucas 5:36 – 38. No puedes recibir un milagro de Dios y seguir en un estado de pecado; es como poner vino nuevo en botellas de vino viejas. Como Jesús advirtió en Su parábola, esa persona ciertamente será destruida.
En nuestra lectura Bíblica de hoy, Jesús declaró sanidad sobre el enfermo y, después de un tiempo, después de volverlo a decir, le advirtió de que él no debía de volver a pecar. Un lección aquí para que la aprendamos, es que, no es suficiente que la persona reciba su sanidad o cualquier otro milagro, y después seguir pecando. Esa persona definitivamente perderá su sanidad o su milagro. Como he declarado sanidad y salud sobre ti hoy, que el Señor te mantenga apartado del pecado para que no pierdas tus milagros por culpa de eso, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: El pecado expone a la persona a enfermedades demoniacas. Arrepiéntete, vive una vida de santidad, para que no pierdas la sanidad y los milagros.