Devocional Cielos Abiertos

TODO IRÁ BIEN IV

Memoriza: «Pero este género no sale sino con oración y ayuno.« Mateo 17:21

Lee: Mateo 17:14 – 21

Jesús sana a un muchacho lunático

14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora. 19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 39 – 41

MENSAJE

Los últimos tres días, hemos hablado sobre las cosas que debes hacer este año para que te vaya bien, y éstas son: vivir justamente, alabar a Dios, y orar fervientemente. Hoy, estaremos estudiando el ayuno como otra cosa que debes hacer para disfrutar de un bienestar completo.

Nuestra lectura Bíblica de hoy registra el fracaso de los discípulos de Jesucristo para echar fuera un femonio que era responsable de la locura de un joven. Sin embargo, cuando Jesús intervino, el joven fue sanado al instante. Sorprendentemente, algunas traducciones de la Biblia han intentado rebajar la importancia del ayuno y la oración en la vida de un Cristiano omitiendo deliberadamente el versículo 21 del capítulo 17 del evangelio de Mateo. La palabra de Dios está establecida para siempre en el cielo (Salmos 119:89). Nuestro Señor miso no solo oró, Él también ayuno mucho (Lucas 4:1 – 2).

Amado, al entrar en el nuevo año, añade el ayuno al vivir una vida justa, las oraciones y las alabanzas al Dios Todopoderoso. Experimentarás Su bondad abundante, y todo te irá bien. La experiencia me ha convencido de que ayunar no mata; solo puede hacerte más fuerte tanto físicamente como espiritualmente. Mi vida es un testimonio. Cumpliré 82 años en un par de meses por la gracia de Dios, y sigue ayunando regularmente. Soy más fuerte que muchos jóvenes que comen tres veces al día.

Como joven Cristiano, no empecé con una maratón de ayuno, así que si no estás acostumbrado al ejercicio espiritual del ayuno, puedes empezar no desayunando, y orar en vez de tomar tu desayuno. Después puedes pasar a no hacer ni el desayuno ni la comida. Antes de que te des cuenta, te graduarás en ayunar durante 24 horas y entonces te graduarás en maratones de ayuno por días como Jesucristo, quien ayunó cuarenta días y cuarenta noches.

Finalmente, debo mencionar que cuando estás ayunando, estás condenado a tener hambre. Necesitarás mucha autodisciplina para asegurarte de que no rompes tu ayuno prematuramente. Que Dios te conceda la gracia para ayudar y orar, y ciertamente, todo te irá bien durante todo el año y más allá, en el nombre de Jesús.

PUNTO CLAVE: Cuando ayunas, estás condenado a pasar hambre. Necesitas autodisciplina para vencer la sensación de hambre.