Devocional Cielos Abiertos

EL PECADO DE NO GANAR ALMAS

Memoriza: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15

Lee: Ezequiel 33:7 – 9

A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.

BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 16:1-18:15; Mateo 6:1-24

MENSAJE

Cualquiera que tenga hambre de justicia será saciado porque Jesús dijo en Juan 6:35, que él es el pan de vida y cualquiera que tenga hambre y sed de Él nunca estará hambriento ni sediento.

Tener hambre de justicia significa tener anhelo por Dios. También significa buscarle con todo tu corazón y quererle más y más en tu vida. Esto fue lo que le dio a David el t´titulo de “Hombre conforme al corazón de Dios” (Hechos 13:22). David comparó su anhelo por Dios con el del ciervo que busca las aguas (Salmos 42:1). Las investigaciones han mostrado que el ciervo suda mucho, lo cual le causa picores. Cuando el cuerpo del ciervo tiene picores, se desespera por entrar en el agua para poder calmar su piel. En ese momento, el animal tomará cualquier riesgo en la jungla, solo por poder meterse en el agua. Este es el tipo de desesperación por justicia que Dios espera de cada uno de Sus hijo. Él espera que nosotros tengamos hambre de justicia, ya que Él es la justicia personificada.

Mi hijo, en vez de anhelar la comida o las cosas materiales, ten hambre de justicia y mira como Dios suplirá todo lo demás como ha prometido en Su palabra (Mateo 6:33). Ten sed de justicia y obtén el agua de vida que fluye desde el trono de Dios.

PUNTO CLAVE: Tienes la responsabilidad de predicar el evangelio.