Memoriza: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;» Mateo 28:19
Lee: Mateo 28:19 – 20
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
BIBLIA EN UN AÑO: Génesis 13:5-15:21; Mateo 5:27-48
MENSAJE
El evangelio de Jesús no debe guardarse para uno mismo; está destinado a ser predicado a otros. A veces, no tendremos oportunidad. Sin embargo, incluso si parece que las oportunidades adecuadas no vienen, debes de aprender a crearla, ya que el retraso puede ser fatal para alguien que necesita escuchar el evangelio.
Algunas personas empiezan a predicar centrándose en la destrucción o el pasar la eternidad en el infierno – no hagas esto. En vez de eso, háblale a la gente sobre el amor de Dios antes de hablarles del infierno si debes de hacerlo. Puedes empezar la conversación preguntando si alguien ha oído hablar de Jesús. Entonces, sigue contando sobre los milagros que Jesús realizó en la Biblia. Por ejemplo, cómo Jesús resucitó a Lázaro, que había estado muerto por cuatro días (Juan 11:38 – 44). Cuéntale a la persona sobre la muerte de Jesús en la cruz como muestra de amor. Puedes también hablar sobre tu experiencia con Él – cómo Él te salvó. A veces, todo lo que necesitas hacre es compartir tu propia experiencia de salvación; los pecados que solías hacer antes de que Cristo te salvara y cómo Él te ayudo a conquistar esos pecados. Esas son las buenas nuevas.
Mi querido hijo/hija, siempre pídele al Espíritu Santo que llene. tu boca con las palabras correctas. Debes también de tener en cuenta que es el Espíritu Santo el que conierte, así que no te martirices si eres rechazado.
PUNTO CLAVE: Cuéntale a la gente sobre el amor de Dios y cómo te cambió, estas son las buenas nuevas.