Memoriza: «¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!» Romanos 11:33
Lee: Romanos 11:33 – 36
33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
BIBLIA EN UN AÑO: Hebreos 11 – 13
MENSAJE
Si entiendes la forma en la que Dios opera, habrás descubierto que Él normalmente hace las cosas de forma diferente de vez en cuando. Incluso cuando Él hace la misma cosa dos veces, Él puede usar un nuevo método para hacerlo. Por ejemplo, en 2 Reyes 5:1 – 14, Él le pidió a Naaman que fuere y se lavara en el río Jordán y después de que Naaman obedeciera, su lepra se curó. En Mateo 8:1 – 3, cuando Él iba a sanar a un leproso, le tocó y fue curado. En Lucas 17:11 – 19, Jesús limpió a diez leprosos, diciendo simplemente «Ve a reportarte al Sacerdote»
Si piensas que sabes cómo Dios hará algo y te centras en tu fe y pones tu atención solo en esa dirección, tu milagro quizás te pase de largo. Por eso tienes que ir a Él sin ideas preconcebidas. Sus caminas son mucho más altos que los nuestros (Isaías 55:8 – 9). No se cómo Él va a resolver tu problema antes de que acabe el año, pero se que Él quizás no lo haga exactamente como lo has imaginado. Simplemente escúchale y deja que Él te guíe.
Dios quizás no haga eso que estás pidiéndole de la forma que esperas, instantáneamente. él quizás eliga hacerlo gradualmente. Él quizás tampoco lo haga gradualmente y decida hacerlo de forma instantánea. Todo lo que necesitas es estar seguro de Él lo hará y cualquiera que sea el método que Él elija aplicar será el mejor método para hacerlo.
No intentes poner a Dios en una caja. No asumas que Él te dará tu milagro de la misma forma que se lo dio a esa persona que testificó en tu Iglesia. No imagines todo el proceso en tu cabeza y luego pierdas el milagro cuando las cosas no sean como tú imaginabas, así como Naamán casi pierde el suyo. Si ya sabes el proceso para conseguir el milagro, entonces ¿para qué molestar a Dios?
Si sabes que no lo puedes hacer por ti mismo, deja a Aquel que puede decidir como debe hacerse.
No pongas a Dios en una caja. Oro para que Él te sorprenda de una forma placentera, incluso antes de que termine el año, en el nombre de Jesús.
PUNTO CLAVE: No intentes poner a Dios en una caja; Él obra de forma misteriosa.