Memoriza: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Mateo 16:18
Lee: Juan 21:15 – 17
Apacienta mis ovejas
15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Timoteo 1 – 4
MENSAJE
En mi estudio de lo que se necesita para convertirse en el favorito de Dios, vi en Lucas 5:1 – 11, donde la Biblia nos dice que después de que Jesús visitara a Pedro e hiciera el milagro de la pesca milagrosa, Pedro lo dejó todo y le siguió. Él no vendió el pescado que pescó ese día. Sin embargo, todos los demás discípulos también dejaron todo lo que tenían y le siguieron (Mateo 19:27), así que debe de haber algo más sobre Pedro. Vi un poco de esto en Marcos 14:54, cuando Jesús iba a ser arrestado y los discípulos, huyeron. La Biblia dice que Pedro siguió al Señor. Se que él le siguió de lejos, pero por lo menos le siguió. ¿Dónde estaban los otros?
Pedro siempre siguió a Jesús porque había una cuerda atada permanentemente que le uniía con el Señor- esa cuerda era el amor. El amor que Pedro tenía por Jesús era como un imán que le acercaba más al Señor cada día.
Tan pronto como Pedro reconoció al Señor después de Su resurrección, él saltó al mar y se encontró con Jesús. Él abandonó la gran pesca de peces que acababa de pescar – otra vez. Claramente, esto muestra que Pedro estaba muy intersado en el Señor, no en qué le podía dar el Señor. Él estaba interesado en el Señor mismo. Aquellos que se convierten en los favoritos de Dios son personas que no van detrás de Dios por lo que Él les pueda dar, sino que buscan a Dios mismo. Ellos simplemente aman a Dios con todos sus corazones – ya sea que Él les de todo o no. Es este amor desinteresado el que hizo que Dios eligiera a Pedro como Su portavoz.
En Hechos 2:14 – 40, en el día de Pentecostés, ¿quién predicó? Pedro. En Hechos 3:1 – 8, en la puerta del templo llamada la Hermosa, ¿quién le habló al paralítico? Pedro. Cuando Dios quiso quitar a Ananías y Safira – los primeros que fingieron en la Iglesia, fue a Pedro a quien usó. El Señor no te hará Su favorito cuando Él ve que tu estómago es en realidad tu dios y no Él (Filipenses 3:19). Algunas personas quieren ser capaces de darle órdenes al diablo, pero él se burla de ellos porque sabe que ellos aman las cosas del mundo, así que están bajo su control, y no al contrario.
REFLEXIÓN: ¿Realmente amas a Dios -sin importar lo que Él te pueda dar o no?