Memoriza: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.»Mateo 5:7
Lee: Mateo 28:23 – 35
Los dos deudores
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
BIBLIA EN UN AÑO: 2 Corintios 10 – 13
MENSAJE
Vivimos en un mundo crítico en el que la gente juzga a los ofensores como si ellos pudieran haberlo hecho mejor si se encontraran en las mismas circunstancias, el hacer esto no es de Cristianos.
La historia del pasaje Bíblico de hoy, muestra a un siervo que le debía algo de dinero a su amo. El amo tuvo misericordia de él cuando, y el amo le dijo que se olvidara de pagar la deuda. Sin embargo, este mismo siervo fue a castigar a una persona que le debía una cantidad de dinero más baja que la que él le debía a su amo. El amo escuchó esto y le castigó severamente hasta que pagó la deuda que le había perdonado anteriormente. La cuestión es, ¿eres tu como este siervo?
La misericordia es un atributo de Dios. Imagina si Dios nos castigara por cada error que cometemos, ¿quién quedaría en este mundo?. Así que, ¿alguien te ha ofendido y has prometido no perdonarle? Necesitas mostrar misericordia hoy para que tú también puedas recibir misericordia.
PUNTO CLAVE: Tu Padre Celestial es misericordioso, imítale.