Memoriza: «Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?» Mateo 7:16
Lee: Mateo 7:16 – 23
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
Nunca os conocí
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
BIBLIA EN UN AÑO: Hechos 16 – 17
MENSAJE
Ayer, discutimos el hecho de que cuando eres puro de corazón, se verá en tu exterior. El estado de tu corazón – ya sea puro o no, siempre se mostrará en tu exterior. Por ejemplo, cuando la gente ve que te vistes como una prostituta o un hooligan, ellos intuyen lo que hay en tu interior. Muchas personas se muestran a sí mismas como hijos de Dios pero se visten y hablan como personas del mundo (1 Juan 2:15). Cuando te llamas a ti mismo luz, pero pareces y suenas como oscuridad, sabemos que no eres lo que dices ser (2 Corintios 6:14).
2 Corintios 5:17 dice:
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.»
De dentro hacia fuera, todas las cosas se hacen nuevas cuando una persona recibe a Cristo – no dice, todo a parte de la forma de hablar y de vestirse, sino que dice «todas las cosas». Cuando cambies de dentro hacia fuera se verá en cada aspecto de tu vida, porque el cambio es desde dentro de tu ser. Cuando ves a un hombre chino y un hombre yoruba, puedes diferenciarlos claramente por su aspecto, su lenguaje y la comida que comen. No necesitas que nadie te diga nada; sabes basándote en los frutos que ves. Cuando te ve, ¿pueden reconocer el ADN de Cristo en ti? Si tienene que preguntar si eres un hijo de Dios o no, entonces examina bien si eres verdaderamente un Crisitano.
Algunos pastores piensan que para convertir a jóvenes para Cristo, ellos tienen que vestir y comportarse como ellos, nada de eso. Los jóvenes quieren alguien lo suficientemente disciplinado como para retarles. Ellos quieren mostrar su exuberancia juvenil, con la expectativa de que su pastor les advertirá de los riesgos. Desafortunadamente, la gente a la que quieren ver como modelo para esa disciplina son los mismos que quieren bajar a su nivel. Mira la forma en la que jovenes que parecen no respetar ninguna ley, tratan a los disciplinados: eso te hace ver que ellos valoran la disciplina. ¿Por qué ahora querrías ser como aquellos que son ingobernables? Eso tiene que cambiar.
PUNTO CLAVE: Que otros puedan ver a Jesús en ti.