Memoriza: “y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.” Deuteronomio 8:17
Lee: Eclesiastés 12:1
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 21 – 22
MENSAJE
No es una noticia el hecho de que un campeón se puede convertir en un ex-campeón, así que también una bendición se puede convertir en un maldición. cuando Dios bendice a una persona, y ésta no le reconoce como la fuente de su bendición, la bendición se puede convertir en una maldición. Esto es porque Dios no compartirá Su gloria con ningún hombre.
¿Sabías que hay personas que están estudiando y trabajando más duro que tu, y aún así los resultados que consiguen no lo demuestran? Muchos jóvenes atribuyen sus logros a su esfuerzo, inteligencia, sabiduría o talento. Es incluso peor cuando se trata de tomar responsabilidades en la casa de Dios, donde la gente atribuye sus logros en lo espiritual, a sus estrategias humanas, olvidándose de que Dios es la fuente de cada victoria. Si Dios no avala y reconoce un programa o proyecto, los que están trabajando en ello lo hacen en vano.
Así que la próxima vez que hagas algo grande o consigas algo bueno, no lo atribuyas a tu esfuerzo; simplemente dale toda la gloria a Dios, porque Él es el que corona tus esfuerzos con éxito.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor perdóname por llevarme la gloria que es Tuya.