Devocional Cielos Abiertos

¿DÓNDE ESTÁS?

Memoriza: «Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?» 2 Corintios 13:5

Lee: Génesis 3:8 – 9

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

BIBLIA EN UN AÑO: Mateo 10 – 11

MENSAJE

Estoy convencido de que la pregunta que Dios le hizo a Adán en nuestra lectura Bíblica de hoy sigue siendo relevante hoy en día. Amado, si Dios te haciera esa pregunta hoy, ¿que responderías?

Para contestar a esa pregunta de forma sincera, debes de primeramente hacerte a ti mismo otra pregunta: «¿Dónde estaba ayer?» En este caso, ayer puede ser la semana pasada, o el año pasado, o cuando naciste de nuevo. Después de contestar a esa pregunta con sinceridad, puedes seguir contestando a otra pregunta, «¿Dónde estás ahora?».

Desde el día de nuestro nacimiento, todos empezamos unos viaje de vuelta a donde somos (Eclesiastés 12:1 – 7). Esta es la razón por la que no importa lo joven que seas, te haces mayor cada día. Debes por lo tanto, preguntarte de vez en cuando «¿Hasta donde he llegado en cumplir el propósito de mi creación y salvación?»

Vamos a considerar a Sansón. Él solía ser un terror para sus enemigos pero terminó moliendo maíz en su prision. Debes de preguntarte a ti mismo, «¿Estoy llegado más alto, dando frutos que permanecen?, ¿Estoy creciendo espiritualmente?, ¿Estoy pasando más tiempo en la presencia de Dios del que solía pasar, o todo lo contrario?, ¿Estoy ganando mas almas para el reino que antes?».

Debes de preguntarte a ti mismo, «¿Estoy creciendo financieramente, o todo lo contrario?» Si hay un decrecimiento, ¿es posible que hayas estado comiéndote tu semilla? ¿O puede ser que estás sembrando moderadamente (2 Corintios 9:6)?, ¿Es posible que porque has estado fallando en tus diezmos y ofrendas, ahora estás trabajando bajo una maldición divina (Malaquías 3:8 – 9)?

Amado, como hijo de Dios, es importante que te hagas estas preguntas de vez en cuando. si descubres que no estás experimentando crecimiento en ningún área de tu vida, por favor, considera tus caminos (Hageo 1:5 – 7). Pídele al Espíritu Santo que te examine y te muestre donde puedes haberte equivocado. Pregúntale que hacer para atraer a tu vida un cambio positivo.

Oro porque cumplas el propósito de Dios para tu vida, en el nombre de Jesús.

REFLEXIÓN: ¿Estás donde deberías estar?