Devocional Cielos Abiertos

LA RIVALIDAD NO ESTÁ PERMITIDA

Memoriza: “Permanezca el amor fraternal.” Hebreos 13:1

Lee: Éxodo 20:17

17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

BIBLIA EN UN AÑO: Miqueas 5 – 7

MENSAJE

Siempre que hay dos o más personas en un grupo, familia o comunidad, es posible que aparezca la rivalidad. La rivalidad comparte características con los celos y la codicia, y no se basa en el amor. Así que, la primera cosa a destacar es que la rivalidad no es un fruto del Espíritu. cualquiera que se enreda en ella no es un hijo de Dios.

Algunas señales que nos permitirán saber si hay rasgos de rivalidad en ti incluyen: reaccionar al éxito de otras personas con resentimiento o desdén, y ser envidioso de lo que otros han conseguido. Cuando empiezas a sentirte de esta forma con alguien, necesitas rápidamente llamarle la atención a tu corazón, pidiéndole al Espíritu Santo que te ayude. A veces, incluso seas confrontado por tus fracasos y te hagan bullying por no conseguir buenos resultados. Te animo a que reacciones en base al amor y no al odio. Simplemente dile a la persona “cuando sea mi momento, mi estrella brillará también”.

La actitud correcta hacia los logros de otras personas es sentirse inspirado para conseguir los mismos o mejores resultados.

PUNTO CLAVE: Se feliz con todo el mundo porque cuando sea tu turno, tu estrella brillará.