Devocional Cielos Abiertos

LAS OBRAS DE LA GRACIA II

Memoriza: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.” Ezequiel 36:25

Lee: Isaías 1:18

18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 41 – 43

MENSAJE

Identificamos la primera obra de gracia como el llamado de Dios hacia al hombre para salvación. Una vez que la persona escucha este llamado y entrega todo a Dios, Él pasa a la siguiente obra de gracia – la salvación.

“pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” 1 Juan 1:7

La salvación es el punto en el que Dios limpia todos tus pecados del pasado y te da una nueva hoja en blanco para empezar. A muchas personas les resulta difícil creer que Dios puede limpiar sus pecados por completo, pero eso es exactamente la verdad. No importa lo mucho que hayas pecado, Jesús puede hacerte una nueva criatura en Él. Esta es la razón por la cual la experiencia de la salvación es llamada también nacer de nuevo. El diablo no tiene ninguna base para acusarte por tus pecados del pasado.

Cuando pasas a ser salvo, la primera cosa que notarás es que experimentas una paz como la de un río. Esto porque el peso del pecado ha salido de tu corazón. Mateo 11:28 – 30 dice que después de que Jesús te acerque a Él y tu vayas a Él, si decides tomar Su yugo, Él llevará todas tus cargas y entonces tendrás descanso. Las carga de la que Él te libera es la carga del pecado. Una vez que la carga es quitada, tu alma estará en paz. Esta paz es difícil de describir pero cuando la experimentes, la reconocerás. Si nunca la has experimentado antes, entonces necesitas a Jesús para que te salve y te limpie de todos tus pecados. Si ya no tienes esa paz, necesitas volver a tu Salvador y rededicar tu vida a Él.

La segunda cosa que marca la experiencia de la salvación es el gozo – el gozo del Señor. Será imposible esconder este tipo de gozo. El lunes después de haber dado mi vida a Cristo, cuando fui a trabajar, mi Jefe de Departamento podía ver prácticamente que yo estaba radiante de gozo. él me preguntó si había ido a alguna fiesta durante el fin de semana. Le dijo que no había ido a ninguna fiesta, pero que había tenido una invitación a una boda donde yo era la novia y Jesús el esposo. Una vez que tus pecados son limpiados, tu alma empieza a regocijarse. Cualquiera que se haya apartado de Dios nota que el gozo que solía sentir desaparece. Por eso David dijo en Salmos 51:12, que Dios restauraría el gozo de su salvación.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, limpiame con Tu sangre.