Devocional Cielos Abiertos

PROTÉGELES A ELLOS PRIMERO

Memoriza: «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.» Mateo 7:12

Lee: Lucas 15:11 – 32

Parábola del hijo pródigo

11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

BIBLIA EN UN AÑO: Ezequiel 28 – 30

MENSAJE

Los ancianos tienen un proverbio que dice que primero ahuyenta al zorro antes de preguntarle a la gallina, «¿Por qué te alejaste?». En Marcos 4:35 -41, cuando hubo una tormenta en el bote y los discípulos despertaron a Jesús, Él primero calmó la tormenta, antes de decir, «¿Por qué tenéis miedo? ¿Por qué no tenéis fe?» Así es como Jesús nos trata a nosotros Sus hijos. Él primero resuelve el problema antes de reprenderte. ¿Por qué entonces muchos padres o guardianes dejan a sus hijos ser devorados por los zorros cuando ven que se están descarrilando?

Cuando los hijos que Dios te ha dado se equivocan, protégeles primero del error que han hecho para asegurarte de que no les destruye, antes de disciplinarloos. Un padre, por ejemplo, quizás eche a su hija de casa porque ella se ha embarazado. Ese tipo de acción expondrá a la chica a los zoros que ya han tratado de destruirla. Al final, la chica quizás se meta en problemas peores, especialmente si encuentra ayuda de personas que no son buena influencia para ella.

No debemos echar fuera de casa a los hijos porque se han equivocado. Con todas las equivocaciones que tu haces, Dios continua llamándote hijo. ¿Debe de haber disciplina? Si, por supuesto. Los hijos deben de ser disciplinados cuando se portan mal, pero primero, arregla el problema y mantenlos a salvo.

Mientras que disciplinas a tu hijo, éste siempre que tener claro que tu le quieres. No existe el amor difícil. Un hijo sabrá si la verdadera razón por la que tú estas actuando, es para proteger tu reputación, o por amor. Nada es mas doloroso que el experimentar la falta de amor de tus padres.

Se que puede ser una decepción para los hijos el no cumplir con las expectativas de sus padres. Yo también soy padre, y a veces he tratado de enseñar a mis hijos a comportarse de cierta manera, solo para escuchar que hicieron justamente lo contrario fuera de casa. Sin embargo, recordemos que nosotros le hacemos lo mismo a Dios, y Él no nos ha echado fuera. Él nos busca porque nos ama. Tu trabajo con todos los hijos que Dios ha puesto a tu alrededor no será en vano, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor dame paciencia y sabiduría para proteger y disciplinar con amor, a los hijos que tu me has dado, en el nombre de Jesús.