Memoriza: «Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.» Génesis 26:4 – 5
Lee: 2 Crónicas 1:6 – 12
6 Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.
7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé. 8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. 9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. 10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? 11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, 12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.
BIBLIA EN UN AÑO: Lamentaciones 3 – 5
MENSAJE
Le doy gracias a Dios porque Él se aseguró de que yo estudiara matemáticas antes de convertirme en predicador. Todo matemático sabe que para que una fórmula funcione, se tienen que cumplir ciertas condiciones. Si cumples con las condiciones de Dios, Él hará por ti lo que no hace por otras personas. Esto es tan importante que puede ser lo más grandioso que hayas escuchado o leído en tu vida, porque si empiezas a cumplir con Sus condiciones, la gente a tu alrededor empezará a preguntarte «¿Cuál es tu secreto?».
Cuando la gente canta, «Las bendiciones de Abraham son mías», muchos de ellos piensan que simplemente por cantarlo tendrán las bendiciones. Cuando investigas un poco, ves que Abraham mismo, en Génesis 22:16 – 17, obtuvo sus bendiciones al aceptar voluntariamente sacrificar a su único hijo para Dios. Ese día, Dios juró por Sí mismo bendecir a Abraham y a Isaac también, porque el chico estaba dando su vida voluntariamente. Cuando Isaac iba a traspasar su bendición, se la dio al hijo que le trajo su comida preferida (Génesis 27:1 – 29). Estoy de acuerdo con que cuando te conviertes en Cristiano, recibes la bendición de Abraham, pero para serte sincero, la recibes a crédito. Debes de estar preparado para entregar algo por esa bendiciones para que ésta se manifieste realmente en tu vida. Nada es gratis.
Cuando Dios salvó mi alma, con gozo le di la primera casa que construí en mi vida – una pequeña casa de barro y cemento. Después de eso, Dios construyó otra cada para mi en mi pequeña aldea, y cuando Él la necesitó se la entregué. también. También entregué a Dios la primera casa que construí en Lagos cuando Él la necesitó. Estos son solo unos pocos ejemplos, dondequiera que voy ahora, y hay un miembro de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios ahí, puedo estar seguro de tener un buen sitio donde pasar la noche. Si anuncio que necesito un coche para una tarea mañana por ejemplo, seguramente me levante al día siguiente con una flota de coches que han hecho llegar personas diferentes, y cada uno de ellos querría que yo eligiera su choche. Si realmente quieres que Dios te bendiga, debes de preguntarte a ti mismo, «¿He cumplido con las condiciones necesarias para yo ser bendicido?»:
LLAMADA A LA ACCIÓN: Haz algo hoy que impresione a Dios tanto que Él mire hacia ti desde el cielo y te bendiga.