Memoriza: “Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.” Salmos 103:2
Lee: Salmos 103:1 – 5
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.
103 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
MENSAJE
Uno de los atributos condenables que los hijos de Israel poseían era que se olvidaban de la bondad de Dios.
Siempre que se enfrentaban a algún desafío, iban a Moisés para culparle por haberles sacado de Egipto donde tenían comida a pesar de la esclavitud.
De hecho, ellos casi hicieron que Moisés perdiera su glorioso destino como resultado de terquedad y sus juegos de culpa.
A veces, cuando nos enfrentamos a desafíos, es fácil olvidad las bendiciones que Dios nos dio en el pasado.
Así que, como David, necesitas amonestarte a ti mismo como hizo él en Salmos 150:2: “Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.”
No importa la situación a tu alrededor, nunca debes de ser desagradecido con Dios porque Su bondad fluye cad día en forma de protección, provisión, dirección, etcétera.
Que te hayas levantado esta mañana es un milagro por el que deberías estar agradecido.
PUNTO DE ORACIÓN: Los próximos diez minutos, piensa en las cosas que Dios ha hecho por ti y dale gracias.
EXAMEN DE LA BIBLIA:
¿Cuál de estos reyes extendió su mano hacia un hombre de Dios y su mano se secó?
- a) Acab
- b) Jeroboam
- c) Roboam
- d) Zimrí