Memoriza: «He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia,» Salmos 33:18
Lee: Salmos 96:1 – 9
Cántico de alabanza
96 Cantad a Jehová cántico nuevo;
Cantad a Jehová, toda la tierra.
2 Cantad a Jehová, bendecid su nombre;
Anunciad de día en día su salvación.
3 Proclamad entre las naciones su gloria,
En todos los pueblos sus maravillas.
4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Temible sobre todos los dioses.
5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;
Pero Jehová hizo los cielos.
6 Alabanza y magnificencia delante de él;
Poder y gloria en su santuario.
7 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.
8 Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrendas, y venid a sus atrios.
9 Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;
Temed delante de él, toda la tierra.
BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 41 – 43
MENSAJE
Empezamos discutiendo el temor del Señor ayer y hoy nos centraremos en algunas bendiciones que vienen a aquellos que le temen. Nuestro versículo a memorizar dice:
«He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia,» Salmos 33:18
Este versículo revela una gran bendición que viene del temer a Dios. La bendición es que el ojo del Señor estará sobre todo aquel que tiene el temor de Dios. Esta revelación implica varias cosas importantes, entre las cuales está que, cuando el ojo del Señor está sobre una persona, su seguridad está garantizada. Hebreos 11:6 dice que Dios es el que recompensa a aquellos que le buscan con diligencia. La Biblia dice también: «Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.» (Proverbios 15:3). En otras palabras, el ojo del Señor lo ve todo – incluso los planes y los movimientos del malvado que quiere hacer daño, y Él sabe como lidiar con ellos
En la lectura Bíblica de hoy, se nos ordena temer al Señor sobre todos los dioses porque éstos no son más que obras del hombre (Salmos 96:4 -5). Debemos también de tener en cuenta que algunas personas han convertido a otros individuos en sus dioses – probablemente por miedo a lo que esas personas puedan hacerles. Salmos 56:11 sin embargo dice: «En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?», Salmos 118:6 dice también, «Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.» El Señor Jesucristo nos enseñó a temer a Dios y no al hombre (Mateo 10:28)
Otra demostración del temer del Señor está en el versículo nueve de nuestro texto Bíblico: «Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra.» No hay verdadera adoración a Dios sin santidad. Aquí es donde aquellos que se aprovechan de la gracia se equivocan. La obediencia es sinónimo de santidad y la Escritura dice obedecer es mejor que el sacrificio (1 Samuel 15:22). Por lo tanto, debemos de vigilar nuestra adoración – para ver si se basa en el temor del Señor o en mera hipocresía. Al comprometerte con el temor del Señor en todo momento, Su presencia nunca se apartará de ti, en el nombre de Jesús.
PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor, pon Tu temor en mi y permíteme recibir las bendiciones que vienen de ello, en el nombre de Jesús.