Memoriza: «Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.» Juan 3:30
Lee: Mateo 21:5
Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
MENSAJE
Toda persona es poderosa, incluso un niño pequeño. Podemos elegir hablar o actuar de cierta manera, pero someter ese poder al Espíritu Santo es lo que finalmente nos hace amables. Antes de entregar mi vida a Cristo, me enojaba fácilmente y me ofendía. Entonces conocí al Espíritu Santo, quien comenzó a obrar en mí. Ahora, cuando un compañero hace algo mal y quiero reaccionar precipitadamente, me da un codazo para que me calme y pueda corregir al compañero.
Superé la ira porque entregué las riendas de mi vida al Espíritu Santo. Si quieres ser gentil, también debes hacer lo mismo. Él es el único que puede darte la sabiduría para actuar correctamente en todo momento.
Cuando estén llenos del Espíritu Santo, serán personas amables y correctas con facilidad en lugar de discutir o hablar con resentimiento, sabiendo que su salvación es muy importante. También perdonarás fácilmente.
PUNTO CLAVE: Si permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, seremos llenos del fruto de la mansedumbre.