Devocional Cielos Abiertos

EL PACIFICADOR DE TORMENTAS I

Memoriza: “Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.” Juan 5:8

Lee: Marcos 4:35 – 41

Jesús calma la tempestad

35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?

BIBLIA EN UN AÑO: Isaías 9 – 11

MENSAJE

¿Qué es una tormenta? Literalmente, una tormenta es una perturbación de la atmósfera marcada por el viento y algunos o una combinación de los siguientes: lluvia, nieve, granizo, aguanieve o truenos y relámpagos. Sin embargo, en sentido figurado, una tormenta es un conjunto de circunstancias desagradables que podrían resultar en una pérdida u otra. Las tormentas de la vida están en categorías. Pueden ser físicos, espirituales, emocionales, financieros, materiales, políticos, etc.

En nuestro texto, leemos acerca del levantamiento de una gran tormenta que podría haber volcado la barca en la que navegaban Jesús y sus discípulos. Sin embargo, El controlador de las tormentas ordenó que la tormenta se calmara y así fue. Hoy veremos las tormentas físicas en términos de mala salud. Oro para que cualquier tormenta de mala salud con la que estés luchando se calme ahora, en el nombre de Jesús.

En la historia detrás de nuestro versículo para memorizar de hoy, había un hombre que padeció de mala salud durante treinta y ocho años. Su tormenta física rugió durante tanto tiempo que sintió que iba a morir junto al estanque de Betesda. Sin embargo, ese mismo día que se encontró con Controlador de tormenta, su historia cambió. Jesucristo – El Señor (controlador de tormenta) le preguntó: “¿Quieres ser sanado?” (Juan 5:6).

El Dios Todopoderoso te está preguntando hoy: “¿Quieres ser sanado?” Si su respuesta es “Sí”, entonces debe cumplir con la condición para la curación. La sanidad divina es el “alimento” destinado a los niños según Mateo 15:26. Por lo tanto, debe estar seguro de haber nacido de nuevo genuinamente porque sus pecados deben ser perdonados antes de que pueda disfrutar de esta bendición divina que calmará su tormenta de mala salud. Cuando Jesucristo quiso aquietar la tempestad del joven que sufría terriblemente de parálisis, la Biblia dice:

Y he aquí, le trajeron un paralítico, acostado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, ten ánimo; tus pecados te sean perdonados. – Mateo 9:2

Esto implica que debes arrepentirte de tus pecados y buscar el perdón de Dios si quieres que Él calme la tormenta de mala salud en tu vida. Al prestar atención a Su llamado hoy, cada tormenta de mala salud en su vida cesará hoy, en el nombre de Jesús.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, recibo mi sanidad hoy, en el nombre de Jesús.