Versículo a Memorizar: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.”Génesis 2:2
Pasaje Bíblico: Éxodo 20:8 – 11
8 Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.
INTRODUCCIÓN
El descanso es el cese del trabajo o del movimiento con el fin de relajarse o recuperar fuerzas. También se puede denominar paz, tranquilidad o refrigerio. Relajarse significa volverse menos tenso, ansioso o firme; para liberar estrés; tener un carácter más suave. Dios creó durante seis días y luego descansó, no porque estuviera cansado sino para establecer el estándar a seguir por la humanidad (Génesis 2:2-3; Éxodo 20:10)
¿POR QUÉ DESCANSAR?
Dios puso el ejemplo del descanso en Génesis 2:2-3 cuando cesó de crear. El descanso es un mandato divino (Éxodo 20:10), así como un regalo de Dios para el hombre (Marcos 2:27). Aunque Jesús no se tomó vacaciones de su ministerio, sí se tomó un tiempo para refrescarse y también se aseguró de que sus discípulos hicieran lo mismo (Marcos 6:31; Juan 18:1-2). Al descansar, declaramos nuestra dependencia de Dios y ejercitamos nuestra fe en Su provisión (Mateo 6:25). El descanso produce la recuperación de la fatiga (Lucas 8:23). El descanso también sirve como un alivio de la ansiedad de la mente y el espíritu (Salmo 55:22). Dios desea descanso para su pueblo (Éxodo 33:14; Job 11:18).
¿CÓMO DESCANSAMOS?
Para poder descansar, debemos ante todo confiar en que Dios se encargará de las cosas por nosotros (1 Pedro 5:7). La obediencia traerá el descanso que Dios tanto desea para nosotros (Hebreos 3:7-8). Sin ser complacientes, debemos aprender a relajar nuestro control sobre muchas cosas en la vida que nos estresan negativamente, p. carrera, facturas, familias, etc. y entrégalos a Dios en fe (Proverbios 3:5-6). Debemos tomar tiempo para descansar adecuadamente después de un buen día de trabajo (Eclesiastés 5:12a). Por lo menos, un creyente debe tener un día libre para descansar o relajarse en una semana (Éxodo 20:10). Salir de vacaciones o visitar lugares de recreación es bíblico y debe ser parte de nuestro horario (Juan 18:1-2).
El mandato de descansar no es una excusa para ser perezoso. Tienes que trabajar durante ‘seis días’ para llegar al ‘sábado’.
CONCLUSIÓN
Para el cristiano, el descanso supremo se encuentra en Cristo. Él invita a todos los que están cansados y cargados a venir a él y echarle sus preocupaciones (Mateo 11:28; 1 Pedro 5:7).
PREGUNTAS
- ¿Por qué necesitamos descansar?
- Menciona cuatro (4) formas en las que podemos descansar.
OTRA LECTURA
Lunes: Éxodo 20:10
Mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está dentro de tu puertas:
Martes: Marcos 2:27
Y les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.
Miércoles: Génesis 2:2-3
2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho; y reposó el séptimo día de toda la obra que había hecho. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Dios había creado y hecho.
Jueves: Filipenses 4:4-6
4 Gozaos en el Señor siempre: y otra vez os digo: Gozaos. 5 Que vuestra moderación sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 No te preocupes por nada; antes bien, en toda oración y ruego, con acción de gracias, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios.
Viernes: Éxodo 33:14
Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Sábado: Proverbios 3:5
Confía en el Señor con todo tu corazón; y no te apoyes en tu propia prudencia.
Domingo: Mateo 6:25
Por tanto os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que la comida, y el cuerpo que el vestido?
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