Memoriza: «Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.» Lucas 4:4
Lee: Génesis 25:29 – 34
29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[a]31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
MENSAJE
Es una pena que muchas personas en el mundo de hoy todavía estén perdiendo su gran destino por la comida. La comida puede ser muy poderosa. Adán y Eva perdieron sus vidas de bienaventuranza, paz, abundancia, gloria y honor por la comida. ¿No es asombroso que, a pesar de la abundante variedad de alimentos que Dios proporcionó a Adán y Eva, todavía desarrollaron un apetito por el que estaba prohibido en particular?
A algunos Cristianos ahora les resulta difícil ayunar, algunos incluso lo ven como una forma de castigo, y esto se debe a que han hecho que sus vientres sean dueños.
Recuerde la historia de Esaú y cómo perdió su primogenitura ante Jacob por causa de la comida (potaje). Incluso nuestro Señor Jesucristo fue tentado con comida, pero dio una profunda
respuesta, como se ve en el versículo para memorizar. Muchas mujeres han vendido su orgullo de virginidad por cosas que no importan, como comida, el último teléfono inteligente, pelucas, etc.
Amado, no comas ni vendas tu destino: más bien, déjate guiar por la palabra de Dios.
REFLEXIÓN: ¿Qué está tomando el lugar de la palabra de Dios en tu vida?