Memoriza: «Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.» 2 Corintios 7:1
Lee: Efesios 5:1 – 5
Andad como hijos de luz
5 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios
BIBLIA EN UN AÑO: Job 39 – 42
MENSAJE
Algunas personas dudan de Dios por no responder a sus oraciones porque han estado orando durante tanto tiempo. Esto les ha hecho llegar a la conclusión de que Dios no es real. El problema, sin embargo, no es con Él; después de todo, muchas otras personas reciben respuestas a sus oraciones de Él diariamente. Si hay algún problema, es probable que sea de la persona que está orando. Isaías 59:1-2 nos dice que Dios siempre puede escucharnos pero nuestros pecados nos separan y esconden nuestro rostro de Él. Si Él no escucha tu oración en absoluto, ¿cómo va a responder? ¿Cómo puedes continuar en pecado y esperar que la gracia abunde? La respuesta de la Biblia a eso es, “No lo permita Dios” (Romanos 6:1-2).
Algunas personas siembran en la iglesia y no obtienen cosecha, luego se dan la vuelta para decir que la palabra de Dios no es verdadera, mientras que el problema puede ser que Dios rechazó su ofrenda debido a sus pecados (Proverbios 15: 8). Primero Él debe aceptarte a ti, antes de poder aceptar tu ofrenda.
Una señora asistió a uno de nuestros programas porque había oído que el pastor Adeboye tiene una unción especial para hacer fructificar a los estériles después de orar por ellos. Ella se reunió conmigo y oré por ella. Mientras oraba por ella, puse mi mano sobre ella y cayó. Cuando recobró el conocimiento, se alegró de haber caído bajo la unción y estaba segura de que su milagro estaba en camino. Un año después volvió preguntando porque no había dado a luz. Ya estaba pensando que tal vez Dios quería darle un segundo toque cuando de repente escuché a Dios decir: “Pregúntale cuántos novios tiene”. Si no hubiera conocido la voz de Dios, no habría preguntado porque ella era una persona de alto rango en la sociedad. ¡Me las arreglé para preguntarle y me dijo que tenía seis novios! Me quedé impactado. ¿Cómo puedes esperar un bebé de Dios cuando mantienes a seis novios aparte de tu esposo? ¿Cómo habría conocido al verdadero padre?
Mucha gente quiere un milagro, cuando en realidad lo que piden es magia. Dios es Santo y Él es un hacedor de milagros, no un mago como el diablo. Comienza a vivir en santidad desde hoy para que cuando invoques a Dios, puedas estar seguro de que Él te responderá.
PUNTO CLAVE: La santidad es la llave maestra para llamar la atención de Dios.