Memoriza: «Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.» Salmos 125:3
Lee: Nehemías 4:1 – 9
Precauciones contra los enemigos
4 Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos. 2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? 3 Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará. 4 Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. 5 No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban. 6 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
7 Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho; 8 y conspiraron todos a una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño. 9 Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.
MENSAJE
Quiero que veas el tema de hoy como una palabra profética de Dios que viene a ti con poder. Tal vez te preguntes qué es lo que no prevalecerá. Es el consejo de los impíos contra tu vida. Esta palabra profética solo es efectiva para aquellos que conocen al verdadero Dios.
Amados, si queréis poner fin a las malvadas conspiraciones contra vosotros, debéis aprender a orar. De la lectura de la Biblia de hoy, cuando Nehemías se enteró de la conspiración de los que estaban contra él: Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdoditas, llamó a la oración. Cuando le muestras a Dios que no estás tomando tu situación con ligereza orando, Él peleará por ti y no permitirá que prospere el consejo de los malvados contra tu destino. Sin embargo, mientras esperas que Dios intervenga, no dejes de orar y velar. Dios quiere que estés alerta para que Su esfuerzo por ti no sea inútil.
PUNTO CLAVE: Velad y orad si no queréis que se mantenga el consejo de los impíos.