Devocional Cielos Abiertos

DESTRUCTORES DE DESTINO: COMIDA I

Memoriza: “i eres de buen comer, ponle un cuchillo a tu garganta” Proverbios 23:2

Lee: Eclesiastés 10:16 – 17

16 ¡Qué tristeza sufrirá el pueblo gobernado por un sirviente,[a]
    cuyos líderes hacen fiesta desde la mañana!
17 Dichoso el pueblo que tiene por rey a un líder noble
    y cuyos dirigentes festejan en el momento apropiado
    para trabajar con fuerza y no para emborracharse.

BIBLIA EN UN AÑO: 1 Reyes 13 – 15

MENSAJE

Quizás te sorprenda que la comida también puedes ser un destructor de destino.

“Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal.” – Filipenses 3:19

Algunas personas han convertido la comida en su dios. Ese tipo de personas les preocupa tanto la comida que es lo más importante para ellos. Hay muchos Cristianos que no pueden pasar un día sin comida. Si la comida te controla, entonces es tu dios y puede destruirte.

Esaú fue un hombre al que le controlaba la comida. Él estaba tan controlado por la comida que vendío su primogenitura por un plato de potage. Jacob por otro lado, estaba dispuesto a perderse el potage que había cocinado para poder conseguir algo valioso para el cumplimiento de su destino (Génesis 25:29 – 34). Si puedes examinar ese pasaje Bíblico más de cerca, verás que Jacob incluso añadió pan al potage que le dio a Esaú. Él sabía que ese momento era uno de esos momentos que definen tu destino, así que declaró un ayuno para sí mismo. Gracias a esa transacción que parecía tan simple, Esaú perdió la bendición de su padre, y perdió la oportunidad de tener a los israelitas como sus hijos. Quizás no lo sepas, pero a veces cuando Dios te pide que ayunes, es porque Él quiere darte un encuentro de esos que provocan el cumplimiento de tu destino.

El propósito principal de la comida es darnos fuerzas. Tienes que comer para vivir, no vivir para comer. La Biblia dice que hay un tiempo para comer (Salmos 145:15). En otras palabras, hay momentos en los que no deberías de estar comiendo en absoluto – cuando deberías de estar ayunando. ¿Tienes esos momentos planeados en tu agenda anual? El Apóstol Pablo dijo que ayunaba a menudo (2 Corintios 11:27). Tu ayuno debe de ser frecuente. He escuchado a algunos predicadores que dicen que Jesús ya ayunó por nosotros cuando estaba en la tierra, así que no necesitamos ayunar de nuevo. Esto es una gran mentira; lee la Biblia tu mismo. Jesús dijo en Marcos 2:19 que después de Su ascensión, Sus discípulos ayunarían. Él ha ascendido, así que debemos de ayunar. No dejes que la comida te robe el destino que Dios ha ordenado para ti.

PUNTO DE ORACIÓN: Padre, por favor ayúdame a controlar mi apetito. Dame la gracia para ayunar a menudo.